1) Los amigos no se celan.
2) Los amigos no se besan apasionadamente.
3) Los amigos no hacen el amor.
4) Los amigos no se enamoran entre ellos.
Esas eran las cuatro reglas que tenían Lucas y Chloe para que su amistad perdurara en el tiempo y ambos...
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Lucas:
Siento mi teléfono sonar y sin ver la pantalla ya sabía quién era, nada más la canción de BTS me lo decía todo. No había que ser adivino para ello.
-¿Qué son estás horas de llamar, tonta? -inquirí divertido contra el teléfono.
Escuchaba de fondo el ruido de una fiesta y estoy casi insultado de que la muy bella no me hubiese invitado. Con amigas así. -Tenemos un treinta y tres, doce.
-¿Tenemos?
-Tenemos -respondió contra la línea-. Si yo caigo, tú caes conmigo.
-Recuérdame, ¿Por qué es que somos amigos? -mi placer era molestarla. Básicamente nuestra amistad se basaba en una relación odio-amor.
-Porque me amas, claro está. En fin, necesito tu ayuda. -así sin más, nada de endulzarme para convencerme. ¿Qué habrá hecho ahora?
Apostaba que estaba metida en problemas, por ende, yo también lo estaría. -¿Dónde estás?
Escuché un ruido de fondo y luego su voz peleando. -Quítate de en medio. - ¿Qué mierdas? -. No era contigo, es un estúpido que se metió en mi camino.
Sentía en mi cabeza formarse un dolor de cabeza y el examen para entrar a la facultad de medicina estaba siendo que quisiera darme un tiro. -A ver CL. ¿Qué ocurre?
-¿Puedes venirme a buscar? Es que necesito salir sin ser descubierta. -ya yo estaba tomando las llaves del auto y abriendo la puerta de mi casa para ayudarla-. Luke, por favor.
-Voy saliendo, pero me debes una grande.
-Te compraré comida. Ven a mí, por favor. -rogó y yo no podía resistirme a eso.
Me metí en el auto y Gusn' roses salió por los altavoces apenas lo encendí. Esta iba a ser una noche de estudio, pero como siempre alguna cosa siempre sale y como el eterno procrastinador que soy, aprovecho estas oportunidades para no hacer nada.
Revisé a dirección que me mandó ella por un mensaje y conduje hasta donde indicó, la música estaba a todo volumen y la gente entraba y salía de la casa en donde estaban haciendo la fiesta de fraternidad. Estaban los típicos que se liaban en las esquinas oscuras y los vasos rojos tirados en la grama. La verdad es que antes yo me mataba para ir a un sitio como ese, ahora me siento muy mayor para ello. ¿Qué me está pasando? Mis pensamientos me aburren a mí mismo.
Pasan como diez minutos y nada que sale ella, sé que si transcurren otros cinco la voy a buscar, es que la voy a matar por andar de loca.
Cuando la veo correr hacia mi auto con una pasión nunca conocida por mí, porque la señorita es enemiga de los deportes. Sé que está huyendo y abro la puerta para que pase más rápido. -Corre, sal de aquí.
