Solo amigos

Epílogo

Soundtrack: Lover-Taylor Swift

Lucas:

Desperté y sentí a Chloe acurrucada contra mí. La luz del sol bañando su piel de esa manera en que le daba una tonalidad dorada. Ella no se había despertado todavía, su respiración acompasada era rota por un ronquido suave que tenía del que negaría por siempre y para siempre pero que era parte de ella cada noche.

De los dos era yo quién que se levantaba antes, no se había perdido la costumbre a pesar de los años que teníamos juntos. Ella era la más dormilona de los dos. Aunque últimamente la había notado más cansada de lo normal. Tenía la ligera sospecha de los motivos, lo que me tenía a un nuevo nivel de euforia.

Estábamos en Gulf Shore en la vieja casa de su familia. Pasaríamos la navidad aquí con nuestros seres queridos luego de un año bastante ocupado.

Chloe publicó su primer libro y tuvo una gira porque se volvió una autora Best seller. Todo mundo quería tener algo de ella. Su historia solo amigos no había dejado las listas del Times en meses.

Y se te preguntas de qué iba esa historia, sí es sobre nosotros dos, con algunos cambios, como nuestros nombres, pero la esencia era la misma. Incluso estaban hablando de una adaptación de la que ella sugirió a Jacob Elordi para mi papel, aunque le dije que yo era más guapo.

Yo por mi parte acabo de terminar mi carrera de medicina en Oxford. Lo hice al lado de Chloe que fue mi mayor ayuda. Me cuidó cuando todo parecía más grande que yo en la carrera. Se quedó en todo momento. Sin ella no podría haberlo logrado. Siempre me dio paz.

Y debo decir que tuvo razón en alejarse aquel tiempo. Yo había estado a punto de hacer una estupidez dejando de lado mis sueños. Esa no era la idea, fue duro, pero yo no había estado en mis cabales en ese momento. Ahora estaba agradecido por hacerme ver mis errores.

Abrió los ojos interrumpiendo mi introspección y su mirada gris para mí seguía siempre siendo un regalo. Nunca daría nada por hecho, esa única vez que terminamos y todo se volvió oscuro. Había días en que sentía miedo de que eso ocurriese de nuevo, pero me repetía que no lo iba a permitir. Éramos mayores. Habíamos aprendido de nuestras equivocaciones.

Así han pasado cinco años despertando cada mañana con la mujer que amaba entre mis brazos.

—Buenos días, Cl.

—No sé qué tiene de bueno despertar. Me estabas desgastando de tanto que me mirabas.

Solo pude reír. —Dormiste más horas anoche. Ni siquiera terminaste de cenar.

—El jet lag. Eres demasiado fastidioso.

—O algo que no me quieres contar —la noté pálida ante mi pregunta—. Chloe, soy médico. No sé cómo es que intentas ocultarme algo.

—Y un imbécil.

—Un imbécil que amas, cuéntame.

—La noche de la presentación de mi libro —resumió.

—Habías estado enferma.

—Y vomité la pastilla.

—Chloe, ¿De verdad es lo que creo?

La vi asentir y una emoción se posó en mi corazón. Se sentía como haber ganado un premio único. Lo sospechaba, pero confirmarlo era la certeza de que era lo mejor que me había pasado luego de conocer a Chloe.

—¿Estás feliz con eso? —preguntó nerviosa.

—Chloe, no puedo creerlo. Es la mejor noticia del mundo.