60. Un maldito juego.

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La verdadera maldad no tiene límites y un auténtico villano siempre buscará la forma de superarse, la verdad es que fue mi error pensar que ya conocía la peor versión de mi padre, lo subestimé por completo.

Llevar el apellido Kane siempre fue una carga demasiado pesada para mis hombros, desde pequeña supe que nada en la vida era gratis, que a medida que creciera debería enfrentar pruebas cada vez más difíciles, todo para demostrar mi valor y ser digna de ser la heredera, pero, jamás de los jamases imaginé que esas pruebas destruirían quien soy y me convertirían en una copia del ser que más despreciaba sobre la faz de la tierra.

Mi padre y yo nos despedimos de Grace y Damián, los cuales nos acompañan hasta la puerta, me siento nerviosa ante la mirada llena de ternura de Damián, hay una pizca de orgullo que termina por entristecerme más, él cree que mi padre está fortaleciendo su relación conmigo y dándome el puesto que merezco, pero no sabe cuál es el precio que estoy pagando por esa mentira.

Mi padre decidió usar esta vez una de sus limosinas, un completo lujo que nos reservamos para eventos sociales. El interior es cómodo, con asientos acolchados de cuero, nos sentábamos uno en frente del otro, pero ni siquiera nos miramos.

Yo: Quisiera preguntar porque tu madre te llamó polla loca, pero mejor no jajaja

Quiero hablar con él, no he tenido la oportunidad de hacerlo como se debe, así que me conformaré con comunicarnos por medio de mensajes al WhatsApp.

Bestia <3: Mi madre tiene la mala costumbre de avergonzarme frente a su nuera :P

Sonrío ampliamente, no nos hemos puesto ningún título o formalidad, ambos vivimos el momento como se nos presente, sé que soy importante para él igual que él lo es para mí, por eso intento protegerlo lo más que puedo. Intento cambiar de tema para no responderle ante lo de "nuera".

Yo: Las rosas eran hermosas. Muchas gracias.

Bestia <3: No lo pensé bien, fui impulsivo, pero de verdad quería regalarte flores. Mi polla loca pensó por mi y mi madre terminó con tus flores.

Yo: ¿Qué tiene que ver tu polla mis flores? ¿Acaso querías impresionarme para luego seducirme?

Muerdo mi labio inferior mientras espero su respuesta.

Bestia <3: Obviamente, tu interior es el lugar favorito de mi polla. Estaba imaginando tu cuerpo desnudo encima del mío y tus caderas moviéndose como me gusta. Lastima que al entrar te encontré con mi madre jajaj confieso que me fui corriendo para evitar que notara la erección que provocó el vestido que tienes ... joder, esperaré a que llegues para arrancártelo a mordiscos.

Instintivamente cubro mi boca con una de mis manos, debo estar roja como un tomate, y no es algo que pase muy a menudo, solo la idea de imaginarme lo que Damián ha escrito me ha hecho olvidar hasta mi nombre.

—Tienes una cara de estúpida mientras texteas —bajo el celular con las manos temblorosas, me ensimismé tanto que no fui consciente que estaba acompañada—. ¿Te gusta alguien?

No quiero responder a eso, no quiero hablar de este tema con él. Guardo el celular en el bolsito que traje y me repito mentalmente no volver a ser tan estúpida, ahora más que nunca debo controlarme.

—No hablaré contigo de eso —murmuro mirando hacía la ventana. Cualquier distracción me sirve.

—Entierra lo que sea que crees que estás sintiendo —frunzo el ceño—. Esas reacciones solo las provoca un sentimiento estúpido que hará que tu vida se vuelva un infierno

Las reglas del deseo | 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora