Flawless Drama © | Taeten

XV

—¿Y esto? Es extraño ver al Taeyong de antes— Comentó tomando una foto en el escritorio de Yuta, donde se podían ver a él y a Taeyong, el primero sonriendo y el segundo luciendo confuso.

—A-Ah, lo sé— Comentó este, rogando porque dejara de ver la foto.

Más tarde de encargaría de quemar esa foto, se veía horrible.

Ten sonrió, dejando la foto en el mismo lugar para ir a acostarse en la cama del castaño, sacando su vape para mirar a Taeyong, cuando este se sentó en la silla de su escritorio, luciendo nervioso como de costumbre cuando estaba con él.

—¿Te molesta que fume aquí?— Preguntó.

—N-No, adelante— Contestó.

Ten, complacido, dio la primera calada sintiéndose en calma al instante. Las cosas en la mesa se habían complicado aún más, para resumir lo que había pasado era que Sooyoung había terminado llorando, cuando Johnny beso a Mark frente a toda la escuela después de que esta dijera que sabía que todo era fingido, días después Yangyang volvió a con sus amigos ya que uno de estos había tenido un problema y quería estar con él. Se supone que debía estar más feliz al deshacerse de dos molestias, pero últimamente, Yangyang era el único que hacía las cosas en la mesa menos pesadas y a pesar de todo, le había comenzado a agradar.

Tampoco sabía si estaban fuera de peligro conforme al vídeo pero quería suponer que así era.

—¿Por qué te gusta fumar?— Preguntó Taeyong con curiosidad.

Lo miro una milésima de segundo y después se puso a pensar, ¿por qué le gustaba fumar?

Había comenzado a mitad de segundo año, cuando apenas tenía 17 años, lo había comenzado a hacer porque creía que era cool, lo primero que fumo fue uno de los cigarros convencionales pero le supo horrible, así que no quiso hacerlo más, después alguien le recomiendo los cigarros electrónicos diciendo que sabían mejor y no eran tan dañinos y lo probó, al principio no le gusto pero con el tiempo lo hizo, después se volvió una herramienta clave para calmarse cuando estaba estresado y últimamente era lo único que lo mantenía en la cordura.

—Solo me gusta— Se limitó a contestar—. ¿Por qué? ¿quieres probarlo de nuevo?

Taeyong al instante se sonrojo, recordando la primera vez que lo hizo probar, negando con la cabeza rápidamente haciendo que el más bajo suelte una carcajada.

—Esta vez sabe a cereza, te prometo que te va a gustar— Le dijo, sentándose en la cama con una gran sonrisa—. Es más, te dejaré probar del mismo vape.

Taeyong volvió a negar, pero terminó aceptando al ver el rostro de Ten, mirándolo como si estuviera diciéndole que no había opción.

El tailandés terminó frente a él, prestándole el vape a Taeyong, mientras que este con timidez lo llevaba a su boca.

—Tienes que apretar este botón e inhalar el humo que suelte, tienes que mantenerlo unos segundos dejando que haga efecto y después tienes que soltarlo, ¿entendido?— Preguntó, con una sonrisa.

El de lentes asintió, haciendo lo pedido, no pudiendo evitar toser al haber apretado el botón, alejando el vape de si mismo.

—¿No te gusto?— Preguntó Ten, entre risas, tomando el vape.

—Me arde la garganta, solo no es lo mío— Contestó, negando con la cabeza—. ¿Cómo te puede gustar?

Ten solo se encogió de hombros, dándole una calada haciendo los pasos que le había dicho a Taeyong, el terminando por soltar el aire al haber sonreído al descubrir al más alto mirándolo con sus ojos brillantes.