XXXII

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Después de salir de la alacena, fue hasta la multitud de estudiantes no tardando mucho en encontrar a Kun y Yangyang quienes hablaban de algo, el primero con una genuina expresión de preocupación en su rostro.

—¿Ha pasado algo?— Preguntó, cuando estuvo a su lado.

—El profesor Wong llegó borracho— Dijo Yangyang—. Estaba buscando a Jungwoo.

—¿Pero por qué?— Preguntó con el ceño fruncido.

—No lo sabemos, solo que Winwin y Ten fueron a sacarlo— Contestó Kun, suspirando—. No quiero suponer cosas pero me comienzo a preocupar.

Se sobresaltaron cuando una cuarta presencia llegó a su lado, siendo esta perteneciente a Yuta quien llegó igualmente con su rostro preocupado.

—Kun, ¿tienes las llaves de tu dormitorio?— Le preguntó este asintiendo, mientras sacaba estas—. ¿Me las podrías dar? Debo llevar a Jungwoo al dormitorio y él perdió las suyas.

—¿Jungwoo está aquí?— Preguntó.

—Sí, y esta muy borracho— Asintió suspirando al recibir las llaves—. Lo llevaré y regresaré a darte las llaves, ¿bien?

—Esta bien— Asintió, todos despidiéndose de Yuta cuando este se fue después de reverenciar.

Todos se quedaron callados cuando la música dejó de sonar, y por el altavoz sonó la inconfundibles voz de Ten hablar.

—Buenas noches a todos, ya arreglamos el problema con el profesor Wong así que pueden seguir con la fiesta con tranquilidad— Anunció con una sonrisa, para bajarse de la mesa en la que se había subido con ayuda de un chico que estaba ahí.

Automáticamente sonó la música de nuevo y segundos después sintió su móvil sonar, sacándolo así notando que había recibido un nuevo mensaje por parte de Ten en el que le decía que lo veía en el mismo lugar de antes, él despidiéndose de sus amigos para ir, encontrándose al tailandés esta vez sentado en una mesa mientras tomaba de su cerveza mirando su móvil.

—Hola— Lo saludó, él otro alzando la mirada—. ¿Está todo bien con el profesor Wong?

—Vino a buscar a Jungwoo, logramos sacarle su dirección y pedir un taxi para que se lo llevé— Explicó con una expresión de disgusto—. No quiero suponer nada así que no hablaré más.

Asintió comprendiendo que no quería hablar del tema, de pronto sintiéndose tímido cuando ya no sabía de que hablar.

—¿En dónde nos habíamos quedado antes?— Preguntó Ten con una sonrisa pícara, dejando su cerveza a un lado—. Ven aquí.

Taeyong asintió con sus mejillas sonrojadas, colocándose entre sus piernas cuando este se lo ordenó así, inmediatamente sintiendo sus brazos alrededor de su cuello, sintiendo la fija mirada del tailandés sobre él.

—Hoy de verdad te ves muy bien— Comentó sonriente—. Quiero besarte.

Y después de decir aquello, acercó su rostro al suyo colocando sus belfos sobre los suyos, mientras los comenzaba a mover a un calmado ritmo que él no tardo en corresponder, sintiendo aquel ya conocido cosquilleó en su vientre mientras permitía a sus manos tocar los muslos de Ten, este reaccionando positivamente cuando apretó una de sus manos en su cabello, haciéndolo ladear la cabeza para así, aprovechar e introducir su lengua en su cavidad bucal, mordiendo y lamiendo su labio inferior en el proceso.

En momentos como eso Taeyong podía sentir que sus labios y los de Ten eran como un rompecabezas que juntos se armaban, no habían palabras para describir lo mucho que incluso un simple roce de labios le hacía sentir.

Se separaron cuando la falta de aire se hizo presente, ambos respirando con agitación.

Como de costumbre, Taeyong se alejó avergonzado, sentándose después a un lado de Ten en la mesa, mientras este bebía de su cerveza ambos mirando la puerta en silencio.

—¿Y si nos vamos de la fiesta?— Preguntó Ten, mirándolo de lado—. La verdad estoy muy aburrido y daría cualquier cosa por estar en mi habitación.

Lo miro de reojo y asintió.

—Pediré un taxi entonces— Dijo sonriendo para sacar su móvil y hacer la llamada.

Cuarenta minutos después se encontraban en el dormitorio de Ten después de haber pasado a una tienda de conveniencia para comprar un paquete de seis cervezas, que el tailandés terminó tomando en el suelo, mientras hablaba de cualquier tema que saliera con Taeyong, terminando por quedarse dormido en este.

Taeyong con toda la fuerza que tenía (no porque Ten sea pesado, si no porque su cuerpo era muy delgado) lo levantó para acostarlo en su cama y después quitarle sus zapatos y la incómoda chaqueta de mezclilla que tenía puesta, doblando esta en el escritorio, para por último taparlo con su frazada y caminar hasta la puerta dispuesto a irse.

—No te vayas— Escucho a Ten decir, justo antes de tomar el pomo de la puerta—. ¿Taeyong?

—Estoy aquí— Dijo, dando media voley para volver—. ¿Pasa algo?

—No quiero que te vayas— Murmuró este, sentándose en su cama—. Quédate a dormir conmigo, hoy Winwin no volverá.

Lo miro de pronto con sus mejillas sonrojadas y su corazón latiendo desenfrenadamente. ¿Dormir con Ten? A pesar de que sea una de sus fantasía, nunca creyó que fuera a pasar, y ahora que se lo estaba pidiendo no sabía si dejarse tener un colapso mental o actuar de una vez

—Y-Yo-

—Por favor— Pidió—. No quiero dormir solo.

Al ver sus ojos brillantes, no pudo evitar aceptar, ambos terminando por acostarse al menos 10 minutos después de que Ten le haya pedido unos pantalones cómodos a Taeyong y le haya prestado unos a este para dormir cómodo. Taeyong evitó chillar mordiendo su labio inferior con fuerza mientras miraba el techo al sentir a Ten acomodarse a su lado, recostandose en su pecho con su mano alrededor de su cintura abrazandolo.

—Buenas noches— Le dijo.

—B-Buenas noches— Correspondió con timidez.












Soft, soft, soft.

Oigan una disculpa por no actualizar ayer, últimamente no estoy muy pendiente con esto ya que he estado bastante ocupada por lo que no creo estar activa en esta semana.

Nos leemos luego!! 💗

Flawless Drama © | TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora