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Las posturas que había hecho eran sencillas, la mayoría parecía poder realizarlas fácilmente pero por esta razón el profesor quería que haga más difíciles para probar quienes tenían la mejor flexibilidad entre todos.

—Haz la del cisne, ¿la recuerdas?— Preguntó el hombre y él se encogió de hombros asustado.

¿Cómo no recordarlo?

Asintió y con dificultad intentó realizar la posición, fallando en el proceso ya que sus piernas parecían estar empeñadas en temblar como gelatinas y su cuerpo no sabía que hacer por lo asustado que estaba, después escuchando la risa del hombre de fondo al ver que otra vez mantuvo su espalda recta.

—Oh no Chittaphon, parece que la olvidaste, déjame ayudarte— Dijo acercándose a él.

Quiso decir que no, pero de pronto se encontraba en aquel mismo salón de baile, en la misma posición solo que en el cuerpo de su yo de 16 años que con la ayuda del hombre logró mantener su espalda encorvada, sintiendo que todas las partes que el hombre tocaba de su cuerpo ardían bajo su ropa, tanto cómo esas tantas veces que talló su piel en la ducha tan fuerte hasta crearse a si mismo una infinidad de heridas que ardían bajo el agua caliente y el jabón.

—Así es, quiero que hagan está posición— Dijo el hombre, alejándose de él en lo que sentía sus ojos humedecerse y su labio inferior temblar.

No se movió hasta que indicó otra postura, él haciéndola con sus manos temblando como si estuviera en medio de una tormenta de nieve, sintiendo por primera vez alivio en esos 40 minutos cuando llegó una profesora a decir que la hora del almuerzo había comenzado y que caminarán en orden al comedor.

Miró al profesor acercarse a él pero se apresuró y caminó casi corriendo hacía Taeyong, para tomar su mano y entrelazar sus dedos queriéndose ir de inmediato del lugar.

—Chittaphon— Escuchó al hombre hablar detrás de él y quiso seguir caminando, sin embargo no pudo porque su novio había parado sin quedarle de otra al escuchar que el profesor lo estaba llamando.

—Ten, el profesor te habla— Murmuró hacía su dirección, él tragando en seco.

—Chittaphon, no te vayas aún debo hablar contigo— Su profesor llegó junto a ellos para hablar más fuerte y claro, mirando profundamente al tailandés quien se encogió de hombros, apretando su agarre en la mano de su novio quien lo miró con preocupación.

Sin soltar a Taeyong asintió, mirando al hombre para así hacerle saber que no planeaba hablar sin el castaño, este exhalando con molestia.

—A solas— Aclaró mirando al más delgado.

Taeyong lo miró después de encogerse de hombros, acercándose a darle un beso en su mejilla para después soltar su mano.

—Te veo en el comedor— Dijo antes de irse.

—Taeyong no- — Rápidamente tuvo la intención de seguirlo, pero el hombro tomó con fuerza su brazo y caminó hacía el bosque para adentrarse lo suficiente para que nadie viera lo que estaba pasando.

—Veo que te conseguiste novio— Comentó deseo de soltarlo, sonriendo escalofriantemente—. Que suerte tiene el chico.

Apretó sus labios, queriendo irse pero sus piernas no querían hacerle caso, solo se mantenían ahí postradas, conocentrandose en no dejarlo caer.

—¿Así que no vas a hablas?— Preguntó con una sonrisa—. ¿Acaso el gato te comió la lengua? Porque si es así, no me molestaría ser el gato.

Quiso gritarle, de verdad quiso, pero lo único que su mente podía repetir una y otra vez era aquella vez donde había tomado su mano y lo había obligado a hacer cosas asquerosas con ella.

Cerró sus ojos con miedo cuando lo sintió tomar una barbilla, acercándose a su rostro.

—Eres tan hermoso— Dijo—. Nadie me ha maravillado tanto como tú, no tienes idea de lo mucho que te he extrañado.

Lloró cuando lo sintió en su cuello, olfateando este mientras repartía varios besos en este, tomando su mano con firmeza.

—No sabes lo mucho que quiero hacerle a ese perdedor por tenerte cuando eres mío— Dijo, acariciando su mano con su dedo pulgar.

Ten no pudo más y colocó sus manos en su pecho para alejarlo con un golpe, él retrocediendo varios pasos en el proceso hasta estar lo suficientemente separados.

Quiso hablar, quiso gritar pero solo obtuvo fuerzas para dar media vuelta y correr hacía su cabaña, entrando para ir directamente al baño, encerrarse y comenzar a tallar con desesperación su cuello, no privandose de llorar en voz alta, tallando tanto que este terminó con varias heridas y completamente rojo.
















Triste, me apunto en matar a ese hdp, lo odio, lo odio, Ten no fue la mejor persona pero no merece nada de eso, definitivamente no. TT

En fin, un capítulo corto según yo, pero ya se vienen cosas más intensas. 💀

Nos leemos luego!! 💗

Flawless Drama © | TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora