La fiesta ya había llegado, incluso Kun había accedido a venir con el chico que estaba asesorando, un chico moreno, delgado, de cabello naranja y una personalidad explosiva llamado Liu Yangyang quien prácticamente se lo había llevado del brazo a bailar, sin importarle él o Yuta. Decir que no estaba nervioso era una mentira, nunca había estado en una fiesta que no sea la de sus primos pequeños, Yuta lo logró tranquilizar diciéndole que la mayoría de personas ahí eran universitarios que no lo conocían, así que no había problema.
En este momento se encontraban sentados en uno de los sofás, mirando a todos bailar, Yuta miraba su móvil con sumo interés.
—Oye, sunbae— Lo llamó—. ¿Quieres alguna bebida? ¿Cerveza?
—Oh, no tomo, pero gracias— Murmuró avergonzado reverenciando con la cabeza.
—¿Y qué tal ponche?— Preguntó y terminó por asentir, dejando al japonés ir por las bebidas mientras él se quedaba ahí, mirando a Kun y a Yangyang bailar en la multitud, su amigo luciendo extremadamente tímido entre todos.
No supo cuando fue que tenía una presencia frente a él, luciendo extremadamente enfadado con sus brazos cruzados. Al instante su nerviosismo y timidez se hicieron presentes porque siempre era lo mismo cuando estaba frente a Ten, solo que estaba vez no podía comprender algo, ¿qué estaba haciendo ahí?
—¿Q-Qué haces aquí?— Preguntó nervioso y el otro alzó la mirada.
—Que curioso que tenía la misma jodida pregunta— Gruño tomando su brazo para obligarlo a levantarse—. Tú vienes conmigo.
Quiso negarse pero tan pronto abrió la boca para hablar ya estaba siendo arrastrado por el más bajo hacía algún punto de aquella casa, terminando por llegar a un garaje solitario, sintiéndose intimidado por el otro.
—¿Qué carajos hacías a lado de Yuta Nakamoto y por qué llegaste con él?— Preguntó con rabia haciéndolo sentir confuso.
¿De dónde conocía a Yuta y por qué le preguntaba de esa manera? ¿Acaso él...?
—Es mi compañero de habitación— Contestó antes de hacerlo enfadar más.
Ten alzó la ceja sin poder creerlo y después maldijo en voz baja. Confuso escondió sus manos en su espalda y agachó la mirada incómodo por la presencia del otro a pesar de que últimamente comenzaba a ser el dueño de sus pensamientos.
—¿Ustedes son buenos amigos?— Preguntó y él asintió para después susurrar—. Bueno al menos me servirá de algo.
—¿Disculpa?— Preguntó al no haber entendido bien.
—Nada importante, por cierto, ¿qué haces aquí? Nunca te he visto antes en una fiesta, no es el ambiente en el que las ratas de biblioteca suelen estar— Preguntó, cruzado de brazos y volviendo a su actitud de rebeldía.
—Yuta me invitó, insistió mucho en que viniera así que accedí— Respondió ignorando el insulto.
—Esto es una fiesta, al menos te hubieras esforzado un poco en tu apariencia, te ves fatal— Dijo rodando los ojos.
¿Fatal? Su cabello estaba bien, su ropa también era normal, una camisa de botones blanca y un pantalón de mezclilla, ¿no se supone que se debía ver bien.
—¿Hay algo de malo en mí?— Preguntó con confusión.
—En primer lugar si no tienes un cinturón, no fajes tu camisa, te ves horrible— Soltó mirándolo de arriba a abajo—. Te verías mejor si doblas las mangas y usarás un pantalón de tu talla, ¿de quien es ese? ¿de tu abuelo?
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Flawless Drama © | Taeten
أدب الهواةChittaphon necesita comprender cual es la obsesión del chico del que esta enamorado, quien por cierto, es su mejor amigo, por besar a las personas que tengan labios atractivos, así que no encuentra mejor conejillo de indias que Lee Taeyong, el chico...