II

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A Ten le gustaba quien era, le gustaba su apariencia, su manera de ser y sobre todo le gustaba su posición social, en cualquier lugar era de los grandes. Su padre era dueño de una de las más famosas marcas de productos tailandeses alrededor de Asia llamada "Changpheux" por lo que era heredero de una gran fortuna, no solo en la sociedad grande era influyente si no también en su mismo Instituto pues era uno de los cuartos reyes, los cuatro grandes, los cuatro más ricos, los cuatro más poderosos. Entre ellos estaba Sicheng, quien era hijo del diseñador más famoso de Chanel en Asia, Taeil por no sólo ser hijo de la directora de ese mismo Instituto, si no también por ser heredero de todas las instituciones alrededor de Asia que están creadas por ella y por último Johnny, quien es el heredero de una de las ramas más importantes de la empresa Samsung por lo que tiene una gigantesca fortuna detrás de sí y quien por cierto era el "líder" de los cuatro, a Ten realmente no le importaba eso, a él no le gustaba ser rey, más bien le gustaba ser tratado de príncipe por lo que era común que casi todos se le dirigieran así.

Ese día, al igual que todos se veía radiante, solo que esa vez, por ser el primer día de clases de su último año lucía aún mejor que de costumbre, con una camisa de cuello alto Prada color hueso, unos pantalones negros ajustados a su cintura y un abrigo igualmente Prada color rojo vino encima, hacía calor pero su extravagancia era primero, igualmente el Instituto solía estar climatizado por lo que no era un problema para él. Lo bueno de ser los únicos que podían vestir como se les diera la gana (gracias a Taeil) era que resaltaba entre todos los demás, pero si debía admitir algo es que Sicheng resaltaba incluso más que él vistiendo una camisa color aqua holgada de los brazos con detalles de perlas en el cuello y unos pantalones ajustados en la cintura y holgados al final negro además de los zapatos especialmente diseñados de su padre para él.

Después de la desagradable escena del niño idiota que había tropezado con Johnny y lo había manchado, además del inesperado regreso de Donghyuck, un chico con quienes tuvieron problemas en el pasado, quien era su amigo había estado irritable, no quería que su primer día se viera opacado con la noticia de que Johnny ya tenía con quien jugar así que nada pudo hacerlo más feliz que encontrar a Lee Taeyong, el estúpido nerd, en la cafetería caminando con un jugo en su mano; ya era su turno de hacer de cabrón. Caminó discretamente a su lado empujandolo con la cadera "accidentalmente" haciendo que caiga al suelo, derramando su jugo sobre el suelo causando la risa de todos en el lugar a sabiendas de que ya tenía sus miradas sobre él antes de haberlo empujado.

—Taeyong-ssi, eres tan torpe— Se rió, mirándolo tomar sus gafas del suelo para ponerselas y mirarlo, sus ojos llenándose de miedo.

—Lo siento príncipe— Dijo rápidamente causándole gran satisfacción—. La próxima vez tendré más cuidado.

Sonrió de lado y el menos de dos segundos ya se encontraba de cuclillas frente a él, tomando su mentón para obligarlo a que lo mire a escasos centímetros de su rostro pensando en lo patético que se veía sonrojandose y tragando en seco.

—Oh no Lee— Sonrió con sorna antes de soltarlo de golpe—. No habrá próxima vez.

Se reincorporó en su lugar, cruzándose de brazos al instante observandolo levantarse del suelo para hacer una reverencia de 90 grados.

—T-Tiene razón— Agachó la cabeza avergonzado.

Ten lo miro fijamente pensando en lo mucho que le gustaba que agacharan la cabeza ante él pero justamente entró otro chico, quien si bien le sorprendió verlo, no hizo más que sonreír en grande observandolo situarse frente a Taeyong jadeante y con una mirada de segura.

—Nunca lo va a dejar en paz, ¿verdad príncipe?— Preguntó, haciéndolo reír.

—Woah, Kun— Aplaudió—. Este cambio radical de apariencia también te cambio la personalidad, nunca pensé que la rata obesa se estaría enfrentando a mí, dime, ¿cuál es tu secreto?

El castaño tragó en seco y miro a sus alrededores antes de volver a mirarlo a él.

—Tal vez será que yo madure— Dijo con seguridad y al instante todos empezaron a abullear haciendo que lo mire sorprendido.

Pero lejos de sentirse ofendido o intimidado más bien se sintió satisfecho.

—El cambio si que te va, Kun— Admitió—. Lástima que nunca podrás contra mi, ni en un millón de años.

Miro con pena al castaño llevarse a Taeyong del brazo fuera de la cafetería, pensando en que podrían haberse divertido aún más pero antes de hacer el amago de tan siquiera dar un paso adelante, Johnny se colocó frente a él e hizo que mire detrás.

—Déjalos Ten, los verdaderos juguetes están aquí— Murmuró haciendo que mire confuso reconociendo a una cabellera castaña y otra multicolor.

Ah es cierto, Mark y Donghyuck, nadie que le interesara aunque podría ser divertido.

[...]

—Lo lamento— Se disculpó con vergüenza, sintiendo la textura del algodón contra la textura de sus rodillas.

—¿Por qué lo lamentas?— Preguntó Kun, confuso, dejando de curar sus heridas para prestarle atención a él.

—Por no saber defenderme— Contestó con pena—. A veces desearía ser como tú y plantarle la cara a ellos pero no puedo, me paralizó, especialmente frente a Ten.

El castaño le pareció divertir aquello último pues soltó una risa para proseguir con su trabajo de limpiar los raspones que se había hecho en sus rodillas sabiendo que Taeyong con la mínima cosa se hacía daño.

—¿Qué es tan divertido?— Preguntó con confusión.

—Es solo que Ten parece tener un gusto especial por molestarte a tí— Comentó haciéndolo fruncir el ceño—. Yo creo que le gustas.

Automáticamente se comenzó a ahogar con su saliva, tosiendo con su mano en su pecho mirando a su amigo, quien se reía de él olvidando su tarea de limpiar las heridas.

—¡P-Pero que dices!— Soltó después de calmarse—. Es literalmente imposible que le guste, solo le gusta molestarme y ya.

—¿Por qué es imposible?— Preguntó—. Eres guapo, inteligente, tienes una gran personalidad, puedes gustarle a cualquier pero incluso si a Ten, de verdad le gustas nunca te dejaría estar con él, mereces algo mejor.

—¿Crees que soy todo eso?— Cuestionó con timidez, olvidando lo de Ten.

—Por supuesto, si tan solo fueras un poco más seguro al caminar y dejarás de hacerte esos peinados raros entonces si— Asintió—. Y no es por ofender, sé que le dedicas mucho tiempo a tu peinado.

Se miro en el espejo del baño, mirando su rostro, no se consideraba alguien atractivo, su piel era pálida y opaca además de que tenía ojeras, sus labios casi siempre estaban resecos, usaba unos grandes lentes para poder ver bien, su cabello lo peinaba con mucha cera hacía un lado para que no le moleste a la hora de estudiar, realmente no era guapo.

—No mientas— Suspiro bajándose del lavabo para acomodar sus pantalones—. Ya va a empezar la siguiente clase, ¿nos vamos?

Kun suspiro y asintió tirando todos los algodones al basurero.

—Vamos.










Taeyong no puede ver lo guapo que es. 😭😭😭

De verdad me gusta mucho esta historia, ¿será normal? Jsjskskaka.

Anyways, stream KICK BACK. ✊

Nos leemos luego! 💗

Flawless Drama © | TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora