XX

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Ten se preguntaba si la incomodidad en su grupo de amigos algún día se iba a ir, así como era antes.

Las cosas estaban mal desde su confesión y pelea con Sicheng, demasiado mal, en primer lugar, ni siquiera había vuelto al dormitorio, no podía dormir en el mismo espacio que él, así que prefirió dormir en su casa aunque estuviera más lejos del instituto, y por consecuencia se tenga que levantar mucho más temprano esto haciendo que debajo de sus ojos hayan unas horribles ojeras que tuvo que cubrir gafas oscuras y mil productos de maquillaje.

Estaba fatal y ya no tenía problemas con admitirlo.

Anteriormente Taeyong sería su escape de la realidad pero ahora que el imbécil lo había traicionado y además, lo había espiado no quería verlo ni en pintura.

—Ten, por Dios— Se quejó cuando su brazo fue bruscamente jalado a un lado, yendo a parar a un pasillo solitario.

—¿Qué te pasa, idiota?— Preguntó a Johnny, sobando su brazo adolorido.

—¿Qué te pasa a tí?— Cuestionó en cambio, haciéndolo rodar los ojos.

—Vamos a llegar tarde a clases, solo... vayamos— Pidió, dando media vuelta pero nuevamente Johnny lo jalo.

—¿Qué está pasando?— Le preguntó, sin soltar su brazo.

La pregunta era, ¿qué no estaba pasando?

—Nada...

—Es obvio que te esta pasando algo— Gruñó—. En la hora del almuerzo estuviste ausente aunque te estuviéramos hablando todo el tiempo.

¿Le estuvieron hablando?

—Pensé que estaban demasiado ocupados con sus nuevos noviecitos— Se rió sin gracia—. Johnny, solo déjame ir por favor.

—No sin antes decirme que pasa contigo y Sicheng— Dijo ignorando sus palabras—. ¿Crees que no lo íbamos a notar? Están distanciados y yo recuerdo que siempre estaban pegados todo el tiempo.

—Bueno, los tiempos cambian— Se encogió de hombros.

—Chittaphon...

—Le dije de mis sentimientos— Lo interrumpió desesperándose—. No tenía planeado hacerlo, pero fue como un impulso y ahora todo está arruinado.

Johnny se quedó en silencio.

—¿Ya me puedo ir?— Preguntó.

—¿Qué fue lo que él te dijo?— Cuestionó.

Ten casi llora ahí mismo, aquello era lo último que quería recordar.

—Me dijo que siempre lo había sabido, pero que nunca lo quiso aceptar porque era su mejor amigo— Contestó después de tragar en seco—. Ahora nos estamos tomando nuestro tiempo para intentar arreglarlo sin groserías de por medio.

—Lo siento— Murmuró, abrazandolo, el simplemente dejándose ser—. Si lo hubiera sabido les hubiera puesto más atención, a ambos.

—Somos tus amigos, no tus hijos— Suspiro, ambos alejándose—. Igualmente gracias por notarlo, supongo.

—¿Sabes que puedes contar conmigo, no? Somos amigos desde que tengo memoria— Le dijo—. También está Taeil, él es mejor escuchando.

—Lo sé, gracias— Le sonrió, ahora más calmado—. ¿Qué hay, algo que me quieras decir?

Johnny rió, sabiendo a lo que se refería.

—Creo que estoy intentando algo bueno con él— Dijo, refiriéndose a Mark—. Me gusta mucho, ¿sabes? Supongo que el karma realmente es una perra.

Flawless Drama © | TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora