Flawless Drama © | Taeten

LVI

Llegaron con agotamiento a su habitación, agradeciendo que estuviera vacía mientras ayudaba a su novio, quien desde que habían salido de la cabaña en el bosque había estado temblando y en un especie de bloqueo. Él lo comprendió y lo sostuvo hasta que llegaron al baño y lo sentó en la taza del váter, juntando un par de toallas y comenzando a juntar agua tibia para mayor comodidad del más bajo.

—¿A dónde vas?— Preguntó tomando su mano rápidamente cuando se dio media vuelta con la intención de ir por nueva ropa para él—. N-No me dejes solo.

—Iré por un cambio de ropa— Le dijo rápidamente tranquilizandolo—. Volveré enseguida, ¿sí?

Ten asintió y después salió del baño, acercándose directamente al armario que el tailandés compartía con Taeil, tomando su pijama favorita y unos calzoncillos.

—Ya estoy aquí— Murmuró cuando volvió al baño, dejando la ropa en el lavabo—. ¿Te ayudo a quitarte la ropa o tú puedes solo?

—Y-Yo puedo— Musitó en voz baja, levantándose para comenzar a quitarse la camisa.

Por respeto, Taeyong se dio media vuelta para dejarlo desvestirse sabiendo que aunque conociera su cuerpo desnudo, pasado lo que ha pasado Chittaphon no estaría cómodo estando de esa manera con él.

—Ya está— Lo escuchó decir y dio media vuelta encontrándolo ya dentro de la tina llena de burbujas.

Se acercó con cuidado y tomó su mano cuando lo observo comenzar a tallar su cuello con insistencia, acariciando esta con su dedo pulgar mientras le repetía que todo estaba bien y que estaba ahí para protegerlo, logrando tranquilizar al tailandés quien dejó que el otro lo bañara, mientras no podía evitar llorar, pero esta vez de alivio porque Taeyong no se había enfadado con él y ahora estaba ahí, ayudándole.

—Te amo— Murmuró cuándo ya habían terminado, una vez ambos se metieron en la cama del más bajo ya duchados—. Gracias por estar por ahí...

—Yo también te amo— Dijo, tomando sus manos para dejar un beso en estas—. Siempre estaré para tí...

Ten asintió tranquilo y se dejó envolver por sus brazos, sintiéndose protegido y cómodo en ellos, no tardando en caer dormido relajado al escuchar en su oído sus rítmicos latidos.

[...]

En el último día en el campamento (que realmente eran tan solo unas pocas horas antes de partir) los profesores habían dejado a los alumnos empacar sus cosas y hacer las actividades que quisieran sin desviarse al bosque ya que querían evitar un problema como el del día anterior. Esa misma mañana Ten le había contado todo a Sicheng quien había llorado mientras lo escuchaba para después abrazarlo y decirle lo mucho que lo sentía y que ese maldito no se debía salir con la suya, así dándole más confianza a Chittaphon al tener ahora el apoyo de su mejor amigo.

Habían planeado primero acorralar al profesor, para así en secreto grabar su conversación mientras que el tailandés intentaba hacer que confiese o al menos tener evidencia en caso de que intente agredirlo ya que no podía acusarlo sin nada de pruebas.

Lo terminaron encontrando en la cafetería, así que se escabulleron siguiéndolo cuando salió de esta hasta que llegó en la parte trasera de una cabaña algo alejada mientras comenzaba a fumar.

—¿Vas a estar bien?— Preguntó Sicheng en un susurro con preocupación tomando su mano—. Si te hace algo no olvides gritar, nosotros apareceremos.

—Esta bien— Asintió, metiendo su móvil que ya estaba grabando en su bolsillo.

—Tú puedes, recuerda ser valiente— Murmuró Taeyong abrazandolo fuertemente—. Lo haremos hundirse en la cárcel...