Cerró el agua y salió de la ducha, colocándose la toalla alrededor de su cintura, confuso al escuchar un par de voces conversar a fuera. Rápidamente supo que Yuta estaba conversando con unos amigos así que rápidamente se vistió, secando su cabello con su toalla y después colocándose sus gafas después de haberlas limpiado ya que se encontraban empañadas.
—Esta bien hyung, nuestro dormitorio es peor— Escuchó a alguien de voz dulce hablar afuera.
Abrió la puerta, saliendo de esta encontrándose a Yuta sentado en su cama, con dos chicos frente a él, ambos volteando a verlo sorprendidos y él quedándose congelado al verlo.
Ahí estaba Mark Lee, quien al parecer tuvo la misma reacción sonrojandose mientras entraba en un especie de trance.
¿Él que hacía ahí y por qué Yuta no le dijo nada?
—Oh sunbae— Yuta rápidamente se levantó, caminado hacía él, dispuesto a presentarlos—. Mark, Haechan él es Taeyong, mi compañero de cuarto, Taeyong sunbae ellos son Mark y Haechan, mis amigos.
Taeyong estaba confuso y muy ansioso. Las cosas con Mark Lee eran de lo más incómodas desde que los había encontrado a Ten y a él dándose aquel beso, simplemente el hecho de saber que él lo sabía todo lo ponía de los nervios.
—Si... los conozco— Murmuró, sabiendo de ellos por todas las quejas que Ten había soltado.
—¿En serio? ¡Eso es genial!— Chilló Yuta, abrazandolo.
—También lo conozco, he oído hablar mucho de él— Comentó Haechan con una gran sonrisa que hizo que se ahogará con su saliva, mirando a Mark con sus ojos abiertos de par en par.
¿Acaso él le había dicho a Haechan?
Al parecer Mark notó su preocupación, así que rápidamente negó disimuladamente pero solo se puso más nervioso.
Dios, debía salir de ahí.
—Hm, Yuta quedé con Kun para estudiar, debo irme— Se excusó, alejándose de él para ponerse sus zapatos e irse prácticamente corriendo de ahí.
Sin saber a donde ir y sabiendo que Kun estaba en el dormitorio de Yangyang con sus clases, simplemente bajó a la planta baja dispuesto a ir a caminar un rato por el campus hasta que Mark y Haechan se hayan ido y pueda volver a su dormitorio. Salió del elevador, abrazándose a si mismo mirando a sus pies pensando en lo molesto que estaría Ten si alguien más se enterase de lo suyo.
No supo cuando fue que accidentalmente se topó de bruces con uno de los chicos de baloncesto, quien parecía tener un muy mal día, haciendo que se le caiga su café al suelo y él mismo también cayera.
Asustado, se colocó sus gafas, el chico mirándolo completamente enfadado.
—Imbécil, ¡¿que no ves por dónde caminas?!— Le gritó.
—Y-Yo-
El chico no le dio tiempo de excusarse cuando se arrodilló frente a él, lo tomó de la camisa y le dio un fuerte golpe en la mejilla que hizo su nariz sangrar, quedándose algo embobado al momento. Lo soltó e intento pararse pero nuevamente había sido empujado al suelo y una dura patada cayó en su estómago así sacándole el aire.
No se dio cuenta de cuando un tercero hizo intromisión y pudo divisar a Ten, con sus brazos llenos de bolsas de marcas caras, llegar frente a ellos luciendo molesto.
—Hanjung, no te atrevas a poner ni una mano sobre mi juguete— Gruñó, el chico soltandolo de inmediato haciendo que quede completamente tendido sobre el suelo con su alrededor tanto vueltas.
—T-Ten.
—Taeyong se puso en mi camino, una disculpa— Dijo haciendo una reverencia a Ten, quien había perdido cualquier expresión en su rostro.
—Ese no es mi problema— Le comentó mirándolo con una expresión que incluso podría asustar al mismo Satán—. Creo que tú y los imbéciles del equipo sabían perfectamente lo que conllevaba meterse con MI juguete.
—Pero fue su culpa— Insiste.
—¿Sabes Hanjung?— Le preguntó, él otro mirándolo asustado—. Yo creo que deberías tener un poco de autocontrol, ¿has considerado ir a terapia?
Automáticamente, los alumnos que se encontraban ahí viendo todo se comenzaron a reír, haciendo a Ten sonreír y al otro apretar sus puños.
—Y-Yo-
—Vete, y piensa dos veces antes de tocar algo de mi propiedad— Le sonrió con falsedad y el otro rápidamente se fue.
Taeyong lo miro a través de sus gafas rotas, ya más consciente, con sus manos limpiando la sangre que había caído de su nariz. Solo sintió a Ten acercarse a él, hasta quedar parado justo en frente, mirándolo sin ninguna expresión.
—Ve a mi dormitorio— Le murmuró en voz baja para que nadie más escuchará.
Asintió y se levantó ignorando el dolor de su cabeza, para subir al elevador y pulsar el piso de Ten.
Por mientras este en la planta baja, miro detrás de él, justo donde se encontraban los demás alumnos y frunció el ceño al ver que aún se encontraban ahí.
—Ya se acabó el show, ¿qué esperan? Sigan con lo suyo— Rodó los ojos.
Seguidamente sacó su móvil, dejándole un rápido mensaje a los chicos que daban golpizas, diciéndole que se encargarán de hacer que Hanjung aprendiera la lección y seguidamente entró al elevador, una vez este volvió.
Ten best boy.
Este es uno de mis capítulos favoritos; es que ver la manera en que llega a protegerlo (aún si no fue de la mejor manera) me encanta, no sé, pero como autora conozco bien mis personajes, y cuando les digo que de los reyes, Ten podía llegar a ser el más intimidante cuando estaba enfadado, se los digo de verdad.
En fin, nos leemos luego!! 💗

ESTÁS LEYENDO
Flawless Drama © | Taeten
FanfictionChittaphon necesita comprender cual es la obsesión del chico del que esta enamorado, quien por cierto, es su mejor amigo, por besar a las personas que tengan labios atractivos, así que no encuentra mejor conejillo de indias que Lee Taeyong, el chico...