LVII

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Poner la denuncia fue la parte fácil, el procedimiento de esta no tanto. Con tal de mantenerse en el anonimato para la policía, hizo la confesión de todo con la directora Moon, ya que aquella mujer era como una tercera abuela y sabía que tenía la confianza suficiente para contar todo a detalle y desahogarse con ella, afortunadamente esta no dudó en creerle y lo abrazó con lágrimas en los ojos pidiéndole perdón por haber contratado a un hombre como aquel, y que se iba a asegurar a denunciar todo con las autoridad de Japón.

Cuando había llegado a Corea del Sur, por las noticias supo que la denuncia se había complicado por falta de evidencias, ya que el señor Takahashi había contratado a un buen abogado en la corte que por poco lo deja libre; si no fuera por las denuncias de más estudiantes que habían sido abusados por el mismo hombre en plus algunas evidencias del abuso sexual que habían sufrido por parte de este era probable que el profesor se haya salido con la suya.

Chittaphon no tenía palabras para expresar el alivio y paz que sintió cuando se enteró que el hombre había sido sentenciado a 20 años de prisión y 10 de libertad condicional.

Las secuelas de aquel abuso en plus de haber revivido su trauma de pequeño dejó muchas secuelas en él porque después de las buenas sensaciones vinieron las malas, el enfado, la impotencia, la depresión, la ansiedad. Se sentía culpable consigo mismo, por haberse quedado callado tres largos años en los que Takahashi le hizo lo mismo a muchas personas como él, la rabia por haber permitido que maltrataran su propio cuerpo, ansiedad de pensar en que haber denunciado no lo hacía menos débil y si llegaba un persona más como su profesor la historia se repetiría y depresión al recordar todas las noches aquellos flashbacks de si mismo con 16 años en aquel salón de baile y de él con ahora 19 en aquella cabaña.

La terapia fue una gran ayuda, además de que él era fuerte, es decir, era el maldito rey del instituto, ¿iba a estar siempre traumado en el mismo lugar? No, fue más fácil de lo que pensó superar aquella dura etapa porque ahora no estaba solo, tenía a su novio a su lado que todos los días le hacía recordar lo hermoso, fuerte y valiente que era.

Como decía el dicho, hay que convertir nuestros problemas en retos, no obstáculos.

Y hablando de problemas, parecía que nunca podía tener una semana tranquila porque después de superar aquella triste y difícil etapa venía otra nueva, el hecho de que los alumnos de último año ya debían estar aplicando para su futura universidad y a pesar de que hacía años Ten sabía a la que iba a aplicar se sintió incapaz de enviar el correo pensando en si era en verdad lo que quería. Es decir, su sueño estaba ahí, en la Universidad de Diseño y Comunicaciones de Busan, pero se seguía preguntando si iba a estar bien ahí pues no tenía a nadie que lo acompañara, Johnny estaría en la Universidad Nacional de Seúl estudiando medicina al igual que Taeil que estudiaría mercadotecnia, Sicheng era un año menor que todos por lo que seguiría en el instituto y lo que más le causaba temor, Taeyong estudiaría administración de empresas en Seúl ya que heredaría los negocios de sus padres.

Hacía tres años pensaba que sería fácil, sabía lo que quería, su futuro estaba en eso pero ahora que tenía 19 años no sabía bien lo que quería en su futuro. Es decir, claramente quería ser diseñador y modelo, pero no sabía si quería alejarse tanto de sus amigos y su novio para estudiar aquello, perfectamente podría hacerlo en la Universidad de Seúl a pesar de no ser la mejor para él.

Esos días se mantuvo perdido en sus pensamientos, sabiendo que estaba cometiendo un gran error al estarse preguntando de más aquello. Su Universidad soñada estaba en Busan pero, ¿por qué seguía dudando si quería estar ahí?

No era el mejor haciendo amistades y tampoco era partidario de las relaciones a distancia, por lo que temía grandemente sobre lo que debía hacer, si se quedaba en Seúl tendría a sus amigos y no perdería a su novio, pero si seguía Busan entonces no tendría a ninguno y le aterraba.

No tardó en relacionarlo en que su miedo era quedarse solo, iría a hacer nuevos amigos pero extrañaría a los antiguos a pesar de que no planeaba cortar comunicación para nada además Taeyong... no sabía si lo suyo con él funcionaría ambos estando a 3 horas de distancia.

Se lo pensó, y mucho, terminando por regañarse a si mismo diciéndose que no debía estar dudando de lo que tenía claro desde un principio, debía aplicar a la Universidad y nada lo iba a detener.

Se estiró, tronó su cuello y sonrió en todo el proceso de inscripción.

Aunque ya estaba bien consigo mismo no supo porque fue en un arranque de dudas, aplicó igualmente para la Universidad en Seúl, mirando con arrepentimiento el correo enviado, diciéndose a si mismo que era un tonto sin causa porque de ninguna manera iba a aceptar estar en aquella Universidad a pesar de ser aceptado.

—Tu futuro esta en Busan, piénsalo bien— Se repitió a si mismo—. Y deja de ser un idiota por favor. Tu futuro esta en Busan...

Miró el correo y jadeó.

—¡¿Qué acabo de hacer?!





















Sé que no he actualizado en muchos días, lo sé, soy terrible, perdón. 😭

En mi defensa, he estado algo ocupada estos días y aunque este capítulo ya estaba terminado hacía semanas, había algo en él que no me convencía, así que terminé por reescribirlo y ahora si estoy satisfecha con el resultado.

Por fin cerramos esa cruda etapa con los traumas de Ten, ahora tenemos una nueva, el final del año, la universidad, graduación y muchos problemas.

En fin, nos leemos luego!! ❤

Flawless Drama © | TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora