XIV

534 71 37
                                    

Las cosas entre su grupo de amigos estaban muy mal, tanto que ya no sentía el rastro de lo que antes habían sido ellos, solo los cuatro. No podía enfadarse, él tampoco cooperaba pero no entendía porque todo había tenido que cambiar. Número uno, como se sentía con Sicheng, traicionado y sobre todo dolido, número dos, había una gran tensión entre Johnny, Mark y la chica Sooyoung, quién hacia unos días había llegado a Seúl y con quien más de una vez fue a comprar al mall, la chica no lo caía mal, de hecho era linda, simpática y sobre todo inteligente, su único problema es que parecía tener una especie de obsesión por Johnny, por querer recuperarlo cuando lo suyo con él solamente fue un fallido matrimonio arreglado que no llegó a nada.

Si tenía que ser sincero, sentía mucha pena por ella.

Y número tres y último, Taeyong siempre era un dilema para él, bueno, no Taeyong en sí, si no la relación que tenía en él, ¿tan siquiera existía un nombre? No gustaba de Taeyong, tampoco estaba enamorado de él, tan solo había algo en él que no lo dejaba alejarse, le gustaba molestarlo, besarlo, ver cuando se ponía nervioso y cuando comenzaba a tartamudear.

Sobre todo porque comenzaba a también escuchar sus problemas, como si fuera un psicólogo sin experiencia alguna que solo se dedicaba a escuchar y ¡pum! Con tan solo eso lograba ayudarle bastante.

Como ese preciso momento, que se encontraba contándole sus problemas, con su cabeza recostada en sus piernas como si fueran los más íntimos amigos. Obviamente entre sus problemas excluyó lo de Sicheng y lo de él mismo, pues no podía permitir que supiera que tomaba más del tiempo que necesitaba en su cabeza.

—Y pues no sé si sentir pena o asco por ella— Terminó de relatar—. Realmente no sé que pasó este año, todo está de cabeza últimamente.

Taeyong asintió.

Suspiro, cerrando los ojos unos segundos hasta que por fin logró darse cuenta de lo que realmente estaba haciendo. Contar sus problemas a Taeyong, recostado en sus piernas, ¿qué clase de mosquito le pico para tan siquiera pensar en hacerlo?

Se levantó, quedando sentado en el suelo justo a un lado de Taeyong, dándole la espalda para fruncir el ceño, pensando en lo humillante que sería ser encontrados así por alguien. Volteo hacía atrás, mirando al rey de Roma devolverle la mirada confuso, con sus grandes ojos brillando a través de los cristales de sus horrendas gafas.

Intentó buscar un insulto lo suficientemente bueno para volver a sentirse él mismo, pero no lo encontró, simplemente se dedicó a mirarlo a los ojos notando que el otro se comenzaba a poner nervioso al estar siendo analizado de la manera en que lo estaba haciendo.

—Maldición— Es lo único que suelta antes de acercar su rostro al de otro y unir sus labios con los suyos cerrando sus ojos en el proceso.

Taeyong parece sorprendido pero no se niega a también cerrar los ojos disfrutando del contacto aunque este sea de lo más tranquilo. No hay prisa, enojo o angustia, son solo ellos dos compartiendo un beso que no pasaba de sus belfos moviéndose a un compás muy tranquilo.

Cuando Ten vuelve a darse cuenta de lo que estaba haciendo se separa, maldiciendo en voz baja.

—Maldito bambi con miopía— Suelta al no saber con que insultarlo, observando la confusión en el rostro del más alto.

—¿Bambi con miopía...?— Cuestiona con confusión.

—Ya sabes, porque tienes ojos grandes y estas ciego— Contestó, no pudiendo más y levantándose del suelo.

No dice nada más y deja la biblioteca pensando en lo idiota que debió haber sonado. Con un suspiro comenzó a caminar prontamente topandose cara a cara con un muy sonriente Yangyang con sus manos en su espalda.

—Tú no, por Dios— Se quejó rodando los ojos y comenzando a caminar con el otro detrás de sí.

—No creas que no sé de donde vienes— Comentó riendo—. ¿Cuándo piensas decirle a tus amigos que estas saliendo con Taeyong?

—No estamos saliendo— Contestó a la defensiva—. Y además, ¿quién te crees que eres para preguntarlo?

—Yah, solo era una inocente pregunta— Se quejó, teniendo que correr para seguirle el paso—. Yo solo juzgo por lo que veo.

—Agh, eres tan molesto— Se quejó—. Deja de seguirme.

—Necesito tu ayuda, hyung— Dijo, haciendo que pare mirándolo confuso.

—No soy tu hyung— Contesta—. Y no.

—¡No seas tan amargado!— Se quejó—. Me duele admitirlo, pero tú tienes el mejor estilo entre los reyes y necesito un buen outfit.

Alzó la ceja.

—¿Y por qué creer que te ayudaría?— Preguntó.

—Porque eres mi amigo— Contestó—. Y tengo algo importante tuyo.

—¿Piensas que venda mi compañía por un estúpido vídeo?— Cuestionó.

—Sí.

—Bueno tienes razón— Asintió con molestia—. Andando que necesito descansar.

—¡Yay!— Chilló emocionado, entrelazando su brazo al suyo para jalarlo a la salida.

Pensó que estar de comprar con el menor sería una completa tortura pero no fue así, le costaba admitir que incluso se divirtió por las bromas que Yangyang hacía sobre la ropa que veía, o la actitud de las personas que vendían las prendas. A pesar de que pasó un buen tiempo a su lado, se limitó a mantener un rostro serio, pensando en que si no fuera por la amenaza tal vez pudo haber tenido una buena amistad con Yangyang.











Ten va a terminar amando a Yangyang, ya se los digo JAJAJAJA.

Anyways, Ten aún no siente algo más que atracción por TY, pero pronto eso puede cambiar porque no es muy normal como esta yendo su relación uuuuyy. 👀

Nos leemos luego!! 💗💗

Flawless Drama © | TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora