XXXVII. El resonar de 4 balas perdidas

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🌟Las aclaraciones están al final del capítulo ;)


No sabía cuánto tiempo llevaba esperando en esa fría sala. Lo único que tenía claro, era que esta vez habían llegado demasiado lejos, en cosa de segundos, todo se había venido abajo.

Se sentía mareado, la cabeza comenzaba a dolerle más que antes y entendía que su respiración estaba acelerada, porque era lo único que oía. De no ser porque la presencia de dos personas que rápidamente se acercaron a él, hubiese seguido estático mirando ese punto fijo en el suelo.

-Kudō -lo llamó Hattori posicionándose frente a él y al no obtener respuesta, lo tomó de los hombros para moverlo -¡Kudō reacciona!

Seguía sin inmutarse. El moreno admiró el estado lamentable de su amigo, podía jurar que nunca lo había visto así, con la mirada perdida, intentando contener los temblores de su cuerpo y en sus pómulos con claras marcas de lágrimas secas, quien sabe cuántas horas estuvo llorando.

-¡Quítate! -Hakuba lo apartó de un empujón -Kudo-kun ¿Dónde está él? -colocando una mano en su mejilla, lo obligó a mirarlo a los ojos.

Parpadeó por unos segundos, antes de volver a la difícil realidad, miró a Hattori, quien también parecía preocupado. Se limpió la nariz con la manga de su característico traje azul, intentando parecer calmado.

-Por más que lo busquen, no van a encontrarlo.

El rostro de Hakuba empalideció -No me digas que...

-No -negó con la cabeza –El Kaitō Kid que buscan ya no está.

-Solo queremos ayudarlo.

A pesar de que no quería discutir con él en esos momentos y teniendo en claro que lo que estaba ocurriendo no era por completo culpa de Heiji, no pudo evitar utilizar un tono agresivo.

-Ya es tarde para eso -escupió -Si querías ayudarlo, no debiste dejar que cometiera tal aberración.

-¡¿Por qué dejaste que lo hiciera?! -el rubio lo encaró frustrado, estampándolo contra la pared, después de Shinichi, era el más afectado emocionalmente.

El detective de Osaka sintió una punzada en el pecho, ellos tenían razón, jamás debió seguir el plan de Kaito, ahora la culpa también corría por sus manos.

Cerró los ojos sintiendo que se hundía -Porque...Yo también quería a toda costa encontrar a Kudō.

Hakuba lo soltó de su agarre.

-El problema no es de quien es la culpa. Acabo de hablar con los inspectores. Sospechan de Kuroba.

-Chicos, se los juro -exhaló Shinichi pidiendo que lo entendieran –No lo hizo con intención -comenzó a rememorar la escena y ya ni siquiera podía actuar bien –Lo hizo por defenderme a mí...él no quería, se los juro por lo que más quieran.

Sintió la mano de Hattori apoyarse en su cabeza –Ya lo sabemos, idiota.

Hakuba apegó la espalda contra la pared, todavía sin creer en la situación.

-Ese imbécil.

La puerta se abrió de golpe, por ella entraron Megure, Shiratori y una inspectora que ni Shinichi ni ninguno de los otros conocía.

-Kudō-kun, gracias por venir ¿Te encuentras mejor? -lo saludó Megure –Me contaron que estabas bastante enfermo.

El nombrado miró a Shiratori y este asintió levemente.

Oh! Rival (Kaishin-Shinkai) -YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora