Con algo de esfuerzo estiró el brazo y cogió de la mesita de noche el calendario, marcó con una equis la fecha de ese nuevo día, dándose cuenta al contar que habían pasado seis días desde que Shinichi había desaparecido.
De repente, Kaito sintió unos golpes en la puerta y sin dar la autorización los dos detectives entraron a la habitación.
-Buenos días -lo saludó Hakuba acercándole una bandeja a la cama ya que el ladrón no se podía levantar por cuenta propia –Intenta comer algo hoy, por favor.
-¿Alguna novedad? -le preguntó Kaito con impaciencia como todos los días.
-No -respondió avergonzado, como si la culpa fuese suya –Pero Hattori-kun y yo iremos nuevamente al lugar –como el chico no le recibió la bandeja se la dejó encima.
-¿Y los otros dos no han conseguido nada? -insistió refiriéndose a Amuro y Akai.
-Si, ellos se están encargando de lo demás -habló Heiji –No han dado específicamente con él, pero su ayuda está beneficiando baste –le explicó para intentar tranquilizarlo –Termínate el desayuno primero y luego hablamos.
¿Terminarse el desayuno y hablar? Repitió el mago en su cabeza repasando la frase y creyendo que lo estaban tratando de manipular como si fuese un niño. Y tal vez no estaban tan equivocados al tratarlo de esa manera ya que su respuesta fue lanzar la bandeja lejos, generando un gran ruido al romperse la losa contra el suelo.
-¡Kuroba tienes que calmarte! -le gritó Heiji.
-¡No puedes seguir reaccionando de esa manera! -le regañó Saguru .
-¿Qué me calme? -repitió con ingenuidad -¡¿Qué me calme?! ¡Llevamos días buscándolo y no tenemos pista alguna! -comenzó a sentir que la desesperación lo invadía -¡Y yo estoy postrado en esta maldita cama sin poder hacer nada!
-Lo vamos a encontrar –Hattori se acercó a él apoyándole las manos en los hombros para mirarlo fijamente a los ojos –Se trata de Kudō, debe estar bien.
Kaito vio a Hakuba agacharse y comenzar a recoger el desastre del suelo y sintió como Heiji lo atrajo torpemente hacia su cuerpo para medio abrazarlo y dejar que apoyase la cabeza sobre su hombro.
-Kudō va a matarme cuando vea en el estado que estás -se preocupó cuando rodeó su cuerpo y sintió lo delgado que estaba.
-¿Dónde está? -le preguntó una vez más casi llorando y sintiendo que liberaría toda la angustia que llevaba guardándose esos días.
★·.·'¯'·.·★★·.·'¯'·.·
Kaito estaba cansado de tener que depender de los demás para lo poco que lo dejaban hacer, cansado de no tener noticias, de sentir que los otros no hacían lo suficiente, de tener que orinar en una botella, de que lo estuviesen obligando a comer cuando no tenía hambre, de estar en casa de Shinichi y que él no estuviera ahí, cansado de no poder caminar incluso cuando no sentía dolor.
Ahí estaban nuevamente en la sala, rodeados de platos sucios y latas vacías, mirando los papeles regados por la mesa junto a los ordenadores portátiles conectados a otros aparatos con muchos cables que estorbaban en el piso.
-Esto no debería haber pasado –el mago fue el primero en hablar –Debiste haberlo seguido en lugar de llevarme al hospital -miró a Akai, luego a Amuro y finalmente a los otros dos -Tú debiste haber actuado más rápido y ustedes debieron haber estado más atentos.
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Oh! Rival (Kaishin-Shinkai) -Yaoi
FanficLuego de derrotar exitosamente a la Organización de los Hombre de Negro, Shinichi Kudō logra salir adelante y llevar una vida "con normalidad" trabajando como detective para la Policía Metropolitana. Todo esto gracias a su amiga Ai Haibara , ya que...