XLV. Sonrisa envenenada

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-Voy a purgarme al baño -intentó escapar y hacer algo por sí mismo, aunque sabía que era inútil.

-No sirve de nada que lo hagas. A estas alturas ya está dentro de tu organismo -volvió a evaluarlo con la mirada -¿Cómo te sientes?

-Por el momento, bien –se palpó la cara. Entendió que la sustancia no debía ser tan peligrosa.

-¿Te has drogado alguna vez? -quiso saber para buscar la manera de ayudarlo.

-¡Por supuesto que no!

-¿Sientes taquicardia? -vio como Shinichi se llevó la mano al pecho y negó -¿Adormecimiento? ¿Algún tipo de excitación o calor? ¿Sensibilidad visual?

-No -volvió a palparse el cuerpo, pero no sentía nada fuera de lo normal. Incluso se sentía bien.

-Entonces sigamos con el plan –se apresuró a decir, cada segunda valía desde ahora –Solo me temo que tienes a más tardar veinte minutos antes de lo que haya entrado a tu cuerpo comience a surgir efecto en tu forma de actuar.

Shinichi asintió y corrió de vuelta hasta llegar donde Kaito. Lo vio de lejos empinarse el vaso que ya iba por la mitad y alcanzó a quitárselo antes de que lo bebiera por completo.

-Tranquilo –le dijo el mago ante tal arrebato. Los demás se les quedaron mirando.

-¡¿Tienes pintura?! -preguntó casi gritando.

-¡Ah! -sonó divertido -¿Así que ahora te quieres pintar?

-Kaito por favor esto es serio. Dame un poco.

-Lo lamento, se me acabó -levantó ambas manos enseñando que no traía nada en ellas.

-¡Entonces consigue más!

Estaban interactuando en japonés, por lo que los demás no entendían lo que decían. Y lo único que se les ocurrió fue que discutían por el vaso de alcohol.

Una de las chicas se apresuró y le quitó el vaso a Shinichi.

-¡No discutan! ¡Lo beberé yo!

-¡NO! -gritó el detective y se lo arrebató. Para evitar más lío, prefirió tomar el riesgo y se bebió lo que quedaba de líquido.

-¡Que egoísta eres! -le dijo Kaito, pero Shinichi volvió a apartarlo y lo arrastró hacia el cuarto donde habían estado buscando las cosas anteriormente -¿Qué te pasa?

-Necesito pintura.

Buscó lo que el detective pedía, suponiendo que, por su actitud impaciente, debía tratarse de algo serio y con suma emergencia.

-Gracias -observó el bote de pintura verde a tras luz y luego miró a Kaito con algo de preocupación -¿Cómo te sientes?

-Estoy bien. Solo que tu actitud me está inquietando un poco –hizo una mueca -¿Estás intentado ayudar con el caso?

Shinichi asintió.

-Si, y debo apresurarme antes de que asesinen a alguien.

-¿Qué? -exclamó preocupado -¿Aquí dentro?

-Quédate tranquilo, no voy a dejar que eso ocurra. Por eso necesitaba esto -movió el bote de pintura –Voy a empapar el arma del culpable.

Oh! Rival (Kaishin-Shinkai) -YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora