Shinichi y el Profesor subieron a Kaito a la sala y lo recostaron en el sofá. El mago estaba consciente pero la temperatura había ascendido, el dolor no se aliviaba y unas marcas moradas en forma de líneas habían aparecido desde la herida hacia el resto de la zona inflamada. Kaito tenía los ojos amarillentos, unas ojeras muy marcadas y el rostro cada vez más verdoso.
-Necesitamos inventar algo, no podemos llevarlo así al hospital -sugería Haibara.
-No quiero ir a ninguna parte –se quejaba él.
-¡Kaito entiende! ¡No estás bien! -gritaba Conan.
De repente, la puerta se abrió de golpe y todos miraron en esa dirección.
Shuichi Akai se acercó a ellos y preguntó sin dejar de mirar el estado de Kaito -¿Qué es todo esto?
-Le dispararon y empeora a medida que avanzan los minutos –le explicó el Profesor Agasa.
Akai comenzó a examinar la herida del muchacho -¡¿Y cómo se les ocurre tenerlo aún aquí en ese estado?! ¡Tenemos que llevarlo a un centro de asistencia! -se giró un poco exaltado hacia los niños, quienes agacharon la cabeza.
Conan le explicó rápidamente toda la historia a Akai.
-Y es por eso que no podemos llevarlo a ninguna parte sin levantar sospechas de algo.
-Así como va, morirá en un par de horas –dijo tomándole la temperatura a Kaito que estaba empezando a delirar –Cámbialo de ropa y téngalo listo, yo mismo lo llevaré para que lo atiendan –dio instrucciones el hombre de ojos verdes abandonando la casa.
-Detective -susurró apenas Kaito y el nombrado se acercó -En una escala de porcentaje del 1 al 100% ¿Cuánto te importo?
-¡Imbécil! ¡Deja de hablar! -regañó el niño sin tomarle el peso a los delirios del otro.
-Ya estuvo bueno, Kudō ¡Ayúdame a cambiarle de ropa!
Con extremo cuidado vistieron al mago y apenas estuvo listo, Akai lo llevó en brazos hacia su Ford Mustang rojo. Haibara los acompañó porque no iba a quedarse tranquila esperando encerrada y el más grande le explicó a cada uno lo que tenían que decir, ya que era más que seguro que fueran interrogados. Repitieron sus diálogos hasta que los memorizaron por completo.
Gracias a la gran habilidad de conducción de Akai, lograron llegar rápidamente al hospital y de una vez los enfermeros llevaron al herido a pabellón.
Esperaron por lo menos dos horas en las que estuvieron en completo silencio, hasta que finalmente un médico salió y se aproximó al grupo.
-¿Cómo está? -Conan fue el primero en preguntar.
El doctor lo miró con semblante serio y luego se dirigió a Shuichi Akai ya que era el único adulto.
-Logramos estabilizarlo, pero se encuentra grave, la herida está propensa a infección y no logramos bajarle la fiebre, estas horas son vitales –hizo una pausa –No les voy a mentir, existen posibilidades de que no sobreviva, lo siento.
Haibara se llevó las manos a la cara sintiéndose culpable y el otro pequeño se sentó en el suelo debido a la impresión.
-Por temas de protocolo necesito comunicarle la situación a la policía -explicó el doctor y Akai asintió.
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Oh! Rival (Kaishin-Shinkai) -Yaoi
FanficLuego de derrotar exitosamente a la Organización de los Hombre de Negro, Shinichi Kudō logra salir adelante y llevar una vida "con normalidad" trabajando como detective para la Policía Metropolitana. Todo esto gracias a su amiga Ai Haibara , ya que...