💎 Advierto que hay una parte que es un poco sensunopor (nada fuerte) pero aviso de todas maneras por si hay alguien sensible o que no le gusten esas cosas (que se yo) :v
Bueno, los dejo con el capítulo 💎
Le estaba dificultando demasiado, podía lavarse la parte delantera del cuerpo sin problemas, pero no podía llegar a la espalda, el hecho de girarse le provocaba una punzada en la herida, además no podía mojar el parche. En el hospital era más fácil, ya que los primeros días las enfermeras le pasaban trapos mojados por el cuerpo y cuando pudo darse una ducha lo hacía como podía y lavando "lo necesario", pero ya había pasado mucho tiempo, se sentía sucio y tenía la necesidad de quedar impecable y para lograr eso necesitaba ayuda.
Sabía que podía ser una locura y estaba convencido de que la respuesta sería un rotundo NO, pero aun así decidió intentarlo. Se acomodó la toalla en la cintura, caminó hacia la puerta, la abrió hasta que pudo pasar su cabeza y comenzó a llamarlo.
-¡Detective! ¡Ven un momento!
-Estoy ocupado ¿Qué es lo que quieres?
-¡Ven! ¡Es urgente!
Shinichi se dirigió molesto hacia el cuarto de baño pensando en que no sería nada urgente y que cuando llegara, el chico le pediría que le entregara algo que puede alcanzar fácilmente, pero que por comodidad no quiere cogerlo el mismo. Lo sabía porque le hacía lo mismo a Haibara de vez en cuando.
-¿Qué? -preguntó sin ganas cuando vio la cabeza de Kuroba asomada por la puerta.
Kaito dudó un momento –No quiero que pienses que me estoy aprovechando de la situación, pero ¿Me ayudas a tallarme la espalda?
-¡Ni hablar!
-¡Por favor! -juntó ambas manos –Llevo días postrado en una cama ¡Siento escaras en la espalda! Yo no puedo hacerlo solo, por la operación.
Kudō se frotó la cien y aceptó de mala gana. Kaito sonrió aliviado, se quedó mirando a Shinichi quien comenzó a quitarse la ropa, pero paró en seco al sentirse observado.
-Date la vuelta
Obedeció -¿Por qué? Los dos somos hombres, no tienes nada que no haya visto
-Cállate -le pidió quitándose la playera y lo pantalones, quedando solo en ropa interior y se cubrió con una toalla la cintura, al igual que Kaito.
El ladrón se sentó en el banquito esperado a que el detective comenzara con lo suyo. Se tensó al sentir el contacto de la espuma y el jabón en su espalda, intentando relajarse. Realmente necesitaba sacarse la mugre y el sudor de la espalda, cerró los ojos y disfrutó como si se tratara de un masaje.
La espalda de Kaito era muy pálida, sus hombros no eran tan anchos y a medida que Shinichi bajaba la esponja se fue fijando en más detalles. Era delgado, pero aun sí tenía algunos músculos levemente marcados. A simple vista era obvio que no practicaba ningún deporte que lo ayudara tonificar esa parte. Bajó hasta llegar a los hoyuelos que se le formaban al chico allí donde la espalda dejaba de tener ese nombre. Con el dedo índice de la otra mano, pasó por encima de su columna vertebral que se marcaba notoriamente, desde donde partía hacia donde no se le permitía llegar más abajo.
Kaito estiró su cuello hacia atrás involuntariamente por el escalofrió causado y expulsó un sonido extraño de su boca.
-¿A qué estás jugando?
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Oh! Rival (Kaishin-Shinkai) -Yaoi
FanfictionLuego de derrotar exitosamente a la Organización de los Hombre de Negro, Shinichi Kudō logra salir adelante y llevar una vida "con normalidad" trabajando como detective para la Policía Metropolitana. Todo esto gracias a su amiga Ai Haibara , ya que...