Capítulo 42 [Amor eterno]

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Sus ojos volvían a abrirse paulatinamente, después de varios intentos para poder volver en sí, y no caer en la inconciencia

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Sus ojos volvían a abrirse paulatinamente, después de varios intentos para poder volver en sí, y no caer en la inconciencia. Esa sensación de martirio que experimentaba durante esos intervalos, solo podían describirse como impotencia y desesperación.

Observando el elegante techo de su antigua habitación, quiso formular pequeñas palabras. Pero con su garganta apretada y reseca, le resultaba imposible poder efectuar comunicación. Su cuerpo se sentía pesado, lo que era una desventaja para movilizar alguna parte de su cuerpo.

No comprendía muy bien su situación física, pero sabía que aquellos disparos eran causantes de su estado de inconciencia y de los diversos aparatos conectados a su pecho.

Giro un poco su cabeza, encontrando una silla vacía y varios libros de lectura apilados en una mesita de noche.

Lo que atrajo muchos recuerdos a su cabeza, y con ellos, la protagonista:

Samantha.

Por un momento quiso desesperadamente arrancar las guías pegadas a su pecho, levantarse de la cama y salir en busca de su esposa embarazada.

Era muy extraño que nadie estuviese en su guardia, la habitación siempre lucia concurrida por enfermeras o médicos al pendiente de cualquier anomalía que se presentara, eso si no estaba la misma Samantha o algún miembro de la familia Sabbagh, que solían visitar diariamente la mansión, con la única intención de darle ánimos a través de sus conversaciones monologas.

Pero al mirar hacia el ventanal, se dio cuenta que era de noche.

Eso podía explicar muchas cosas.

Minutos más tarde, Malik escucho pasos que se acercaban a la cama, pasos lentos y deliberados, y con ellos un suspiro de alivio.

Al fin alguien iba a alertar que estaba despierto.

Sus torpes pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de una puerta abriéndose lentamente, no la puerta principal, sino la que estaba a su derecha, la del armario.

Por lo que su cabeza giro ante los murmullos que empezaban a llenar la estancia, siempre reconocería el sonido de esa voz, le sabía a cielo.

Y cuando los ojos de Malik, desorbitados y perdidos, se encontraron con la mirada de Samantha, llena de tristeza. Todo el espeso aire de la habitación pareció detenerse.

Samantha esperaba que su esposo abriera los ojos, era la única oración que se repetía todos los días. Pero ahora que aquellos ojos grises, llenos de magnetismo se clavaban en ella, su mente y cuerpo decidían paralizarse.

No estaba segura de cómo reaccionar, si sonreír o llorar, sus emociones se encontraban desestabilizadas por el embarazo.

Lo que no podía hacer era quedarse estática, cruzada de brazos cuando la orden de los médicos era alertarles sobre cualquier cambio.

Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora