XXXI. BEBÉ.
—¿Te gustaría hacer los honores, futuro papá?.
Malik asintió tomando la crema que Collins le ofrecía para aplicarla y untarla sobre la pequeña protuberancia en el vientre de Samantha.
La futura madre soltó una risita al sentir el líquido frío extenderse por su piel, no podía acostumbrarse, y ciertamente Malik le acompañaba con una amplia sonrisa y un beso.
El cuarto improvisado para los chequeos contenía cada una de las herramientas que ellos podrian ocupar durante los chequeos constantes. Samantha se removió en la camilla para acomodarse y ver la pantalla que se extendían frente a ellos.
Lo primero que lleno la estancia fueron los densos y fuertes latidos del pequeño, y segundos después la imagen se reprodujo ante ellos.
Collins les comenzó a señalar y explicar los nuevos cambios que el bebé llevaba, desde la última ecografía.—Es muy hermoso. —Samantha le murmuró a su esposo apretando con más fuerza su mano.
Este le respondió agachándose para dejar un beso en la mejilla de ella. —Gracias por darme este maravilloso regalo. —murmuro cerca de su oído, como en cada sesión le repetía.
Samantha le miro fijamente a los ojos, la humedad detrás de sus ojos ampliándose ante la perfección del momento.
—Te amo, Malik. —Samantha acaricio su mejilla.
—Tambien te amo, mi reina.
—Disculpen, señores. —la voz de Kenan resonó en la habitación, haciendo que todos centrarán su atención en él.
—¿Pasa algo, Kenan?. —inquirio, Malik.
Este carraspeó visiblemente con incomodidad. —Su madre y abuela están la sala principal.
Samantha se tapo la cara con las manos para disimular su diversión, al ver a Malik cubriéndola con una manta de la vista del guardaespaldas, aunque todos sabían que era un hombre mayor y tenía su respectivo hogar e hijos.
—Esta bien, traelas a la habitación. —Malik le indico con un asentamiento a el hombre que rápidamente se dispuso a cumplir sus órdenes.
Cuando él volvió a girar para ver a su esposa, se encontró con la mirada llena de diversidad. —¿Que es tan gracioso?. —inquirio levantandole una ceja.
—Esto. —le señalo su vientre cuando volvió a subir el camisón para que Collins prosiguiera.
—No me gusta que lo miren. —increpo, colocando una mano sobre el—. O que lo toquen.
—Ya sabemos eso —dijo, Samantha—. Y aplica para cualquiera que represente el género masculino, y más, si no es familia.
—Mujer precavida vale por dos. —Collins tarareó centrándose de nuevo en la pantalla.
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Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|
RomancePara Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa. Una llamada...