Epílogo: la felicidad, es a tu lado

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3 años después.

Llamada rechazada.

-Dale un respiro, hombre. Seguramente te devolverá las llamadas en cuanto tenga su teléfono a la mano, o que se yo...

Malik hizo caso omiso a las palabras de Raheem, marcando de numero el numero de su esposa, llevándolo a su oído en espera de que su melodía voz llenara la línea.

Llamada rechazada.

«Que extraño»

Su Samantha siempre se mantenía pendiente al teléfono, respondiendo tan pronto como timbraba el celular.

-Adelántate tú y ve a dar la bienvenida como el anfitrión que eres. -comentó Malik, sin levantar la mirada de su teléfono-. Los acompañaré en unos minutos.

-Bien, hombre. -Raheem palmeo su espalda antes de marcharse-. ¡Salúdame a tu esposa de mi parte! -manifestó en voz alta, marchándose hacia la entrada donde otro de los líderes y un conocido, hacia acto de presencia.

Nada de eso le interesaba.

Lo único importante para él, es que Samantha atendiera la línea y disipará el temor que se expandía en su pecho.

«¿Y si les ocurrió algo?»

Al intentar contactar con el jefe de seguridad de su esposa, este también envío al buzón de voz.

Nada de esa situación le agradaba.

El celular de su esposa, seguía enviándole al buzón de voz. Algo que solo precedía su preocupación y sus ganas de tomar su avión y volver a casa.

O le estaban gastando una broma, o algo realmente grave había sucedido.

Su expresión al entrar al palacio de su amigo no debió de ser la más agradable, tanto que el otro jeque invitado cambio su sonrisa a una expresión sutil.

-¿Sucede algo, Malik?

-Su esposa no contesta a sus llamadas, ese es el problema -respondió Raheem por él- me parece un poco exagerado. Apuesto a que Samantha debe estar celebrando que la has liberado por unos días.

-¿Tan mal esta? -Salim, el tercer invitado, esbozó su comentario de manera humorística. Aunque es una persona mas centrada y un poco mas tradicional, su comportamiento suele ser más ligero, con el fin de adaptarse a otros ambientes.

-Parece su sombra en lugar de su marido.

Malik no replicó ante el comentario de Raheem, por qué él más que nadie conocía a su esposa. Ella hubiera estado aquí con él si no fuera por su repentino malestar y cansancio. Al contrario de lo que el emir mencionaba, Samantha no se quejaba de su naturaleza sobreprotectora, porque al final de cuentas, siempre se salía con la suya. Además de lo emocionante que era por las noches encontrar evidencia de lo que sus actos provocaban en el cuerpo de su esposa.

Alejando los salvajes recuerdos, y aclarando un poco su garganta, volvía a pensar en cómo tratar de contactarla. Samantha se había empezado a sentir mal de salud, algo repentino y bastante extraño, considerando que su esposa estaba sana. Y aunque intento que Camille le hiciera un chequeo. Samantha se resistió a sus órdenes, y Malik prefirió no exponerla al estrés del vuelo.

A su pesar, Samantha y Kaled tuvieron que quedarse en Dubái, mientras él viajaba por dos semanas a las tierras de su amigo.

Sharjah, aunque una zona modernizada y cálida. Se encontraba a más de dos horas de distancia de Dubái. Sus deberes como gobernante no pudieron posponerse está vez, y aunque ya había viajado anteriormente, lo hacía en compañía de su esposa, y en ocasiones, también de su hijo.

Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora