Para Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa.
Una llamada...
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XXIIII. PROTEGERTE.
—Hola papá. —Samantha se situó al frente de la lapida que contenia los restos de su progenitor—. Ha pasado mucho tiempo... —hizo una pausa inclinandose para colocar una rosa blanca, comunmente aprendio a traerlas consigo—. Tengo muchas cosas que contarte, y creo que me merezco una reprimienda por muchas de ellas. —suspiro acariciando las letras empezando a decir en murmullos los ultimos acontecimientos importantes, y entre ellos el mas importante; el que estaba casada—. Apuesto que Isabel te lo conto en la primera oportunidad que tuvo, aunque ahora sabes toda la historia contada por tu hija. —mordió su labio—. Me hubiera gustado que estuvieras conmigo, papá. A pesar de que no fue un inicio convencional, somos felices ahora. Todas nuestras diferencias han quedado atras y estamos tratando de conocernos y vivir esta nueva etapa al maximo. —hizo una pausa—. Malik dijo que la primera presentacion de su parte no fue del todo recibida por ti. Yo pienso que el no mostrar emociones hacia los desconocidos era tu mayor don. —sonrió melancolica recordando—. Al igual que él.
Durante varios minutos mas siguio hablando de manera suave palabras a su padre, tal cual Sebastian solia hacerlo a su esposa despues de morir. El decia que ella podia escuchar cada una de tus palabras, y que cuando el aire acariciaba el rostro, era por que se encontraba a su lado, mostrando consuelo tal cual años anteriores habia hecho.
Al levantarse siguio con Ileana, ambos estaban de manera continua. En el unico lugar donde oudieron dar rienda suelta a sus sentimientos, antes de que su felicidad fuera arrebatada. Se inclino sobre la lapida dando unas leves palabras, aunque Samantha no pudo conocerla, cada espacio en el que su padre habitaba, habia enmarcada una foto de ella. Por cual siempre le tuvo cariño.
Malik la esperaba a pocos metros, observando cada uno de sus movimientos y cuando ella dio por terminado. Él se acerco para poder rodearla con sus brazos y dejar un beso en su mejilla, comtemplando de cerca ambas lapidas unidas.
Las pocas cosas que Malik quiso transmitir lo hizo de manera mental. El agradecimiento por tener a Samantha ahora junto a él, y la promesa de que nunca dejaria que volviera a sufrir si podia evitarlo.
Se tomaron de la mano con una sonrisa y bajaron por el sendero. Todo se sentia magico, y esperaba que esa burbuja no se rompiera al termimar esa aventura.
Samantha le habia mostrado un río al final de los limites de sus tierras, un bello y resplandeciente lugar al cual se estaban encaminando.
—¿Como esta tu abuela?. —inquirio Samantha despues de un extenso silencio.
—Se escucha un poco triste. —musito—. Todavia esta dolida por la muerte del abuelo, ella fue la principal testigo de su convalecencia. Madre esta a su lado siempre, pero por lo general se encuentra sola en ocasiones.
—Siento pena por ella. —dijo Samantha apretando la mano de él en un agarre mas firme—. Ha pasado por mucho.
