Para Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa.
Una llamada...
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XXXI. REACCIÓN.
—¿Que pasa?. —Samantha se removió en el regazo de Malik para verlo más detenidamente. Puso sus manos sobre sus hombros y postro un beso sobre sus labios para apaciguar la tensión que desbordaba sus músculos.
—Tengo que decirte algo importante.
—Soy todo oídos. Quiero saber la razón por la cuál mi esposo está tan tenso. —Samantha tomo la mano derecha de Malik y se la llevó a su vientre—. El bebé está muy inquieto.
Malik realizó movimientos circulares sobre el vientre de su esposa. —No quiero que te estreses.
—Puedes decirme lo que sea. —ella detuvo sus movimientos—. No creo que algo pueda alterarme ahora.
—Me prometes tomarte las cosas con calma.
Samantha apretó sus hombros. —Me estoy comenzando a preocupar, Malik. ¿Que es lo que me intentas decir y no quieres que me altere?. —al ver que Malik esperaba una respuesta de su parte, intento relajarse—. Prometo estar tranquila.
—Durante los últimos meses, personas cercanas a tí comenzaron a tener sospechas referentes a tu... —él hizo una pausa—. Familia Biológica.
—¿Que quieres decir?. —Samantha enderezó su postura.
—Que tu familia biológica apareció.
Samantha se quedó callada tras la declaración, no podía describir si la repentina noticia le traia curiosidad o felicidad. Pero era un tema que nunca estuvo cerrado en su vida, ella sabía que algún día intentaría unir las piezas, solo que no esperaba que llegarán por su solas a su vida.
Aspiró un larga bocanada de aire antes de responder. —Siendo sincera... de todas las noticias que pasaron por mi cabeza, está fue la última que esperaba. No estoy sorprendida, por que algún sabía que algún día obtendría respuestas. —miro los ojos grises de su esposo—. ¿Sabes quiénes son? ¿Cómo han aparecido? ¿Desean algo...? —acortó.
—Ellos no saben que tú eres su hija. —Malik le hablo con voz suave.
—¿Entonces...?
—Ellos piensan que su segunda hijo nació muerto. Nadie dijo lo contrario hasta ahora.
—Osea que... —Samantha hablo en voz baja—. Estoy muerta para ellos.
Malik temía darle la respuesta, por lo que simplemente asintió. A los pocos segundos de corresponder su pregunta, puso ver cómo sus ojos se nublaban, y de ellos gruesas lágrimas se deslizaban por su rostro. —No llores, por favor, Samantha. Me duele verte así por mi culpa.
Samantha se dejó limpiar las densas lágrimas y le dió una sonrisa ligera. —No es tu culpa. —sorbio su nariz—. Solo que siempre pensé que me habían abandonado... —hizo un ademán de desinterés—. O que eran drogadictos, alcohólicos, jóvenes que no deseaban tener hijos, pensé demasiados escenarios. —miro sus manos unidas—. Pero esto me duele más ¿sabes por qué?, Por qué de algún modo me consolaba saber que me habían dejado en ese lugar para que no sufriera, y habría perdonado eso, por qué me llevaron con una persona que me dió todo lo que pude necesitar. Y ahora... que se que realmente no fue su decisión, duele más. —sus ojos se volvieron a nublar de lágrimas—. Siempre se ti que no pertenecía en ningún lugar.
