Para Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa.
Una llamada...
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XXXVI. ¿POR QUÉ HACER TANTO SUFRIMIENTO POR DESPECHO?
La voz que surgió a su espalda logro levantar un coro de jadeos.
—Supongo Brionne, que aparte de incubierta, te vuelves bocona. —comentó furioso.
Malik no dudo en girarse y mirar la escena. Samantha tenía una arma sobre su cabeza, mientras que el culpable los miraba con una sonrisa.
—Suéltala. —gruño, dando un paso hacia ellos.
—Un paso más y no seré el responsable. —dijo, presionando más el arma a los sientes de Samantha.
—Ni yo seré el responsable de matarte si le tocas un solo pelo de su cabeza.
—Dile a tu maldita seguridad que salgan de aquí. —se movió con Samantha presionada a él, hasta estar cerca del grupo. Malik observo con cautela la situación, concluyendo que no le quedaba mas nada más que seguir sus órdenes.
Cuando ordeno a la seguridad que saliera y cerrará la puerta, por órdenes de Axel, volteó a ver a Samantha, sus ojos azules temerosos no dejaban de observarlo, intentó transmitirle tranquilidad con su mirada y tono de voz—. Todo estará bien.
—Deja de decir que todo estará bien. —Axel presionó a Samantha contra él—. Por qué apenas estamos comenzando.
—¿Que carajos quieres, imbécil?. —Asher estaba a punto de abalanzarse sobre él—. ¿Cómo mierda escapaste?
—Ambos sabemos la respuesta a esas preguntas, querido Asher. —graznó sarcásticamente—. Jaque mate.
—Una escoria como tú debería estar bajo tierra, o dentro de ese maldito centro psiquiátrico, dónde ni siquiera pusiste un pie. —su rostro se estaba volviendo rojo, debido a la furia que estaba sintiendo—. ¿Quiénes son tus cómplices?.
—Debo decir que fue un trabajo difícil, no imposible. Y mi cómplice... Bueno, no quiero sorpresas —llevo de nuevo la mano a sus labios, dónde había un micrófono—. Vengan aquí.
—Mira... —Camille levantó sus manos—. Ella está embarazada, no queremos que el bebé tenga repercusiones de esto.
—No las tendrá. —aseguró—. ¿Quieres una demostración?. —Camille se quedó callada, sabía lo distorsionado que podian volverse las cosas con un hombre peligroso como Axel—. Lo tomaré como un sí.
Sin esperar a otra persona que dudará, levantó su arma hacia Brionne y no dudo en disparar.
Brionne cayó al suelo, sosteniendo uno de sus hombros, dónde la sangre empezaba a salir y marcaba el elegante vestido.
—De cierta forma odio a las soplonas, pero me molesta que mi Samantha tuviera un mal día por ella. —Collins intento ir hacia ella para detener la hemorragia, después de todo ese era uno de sus deberes—. Deja que la perra se muera, o tú tendrás otro igual. —ella levantó sus manos, justo cuando Abraham la jalo para cubrirla.
