XXI. ROSTROS.
Samantha se encontraba sumergida en sus ocupaciones, con Camille a su lado era mucho más factible terminar de anexar los detalles. El vuelo de más de 14 horas le serviría para terminar de completar su trabajo.
—¿Estás segura de asistir?. —Camille indagó confundida—. Eso no era parte del plan.
—No lo era. —aseguro, sin dejar de mirar sus papeles—. Pero ahora sí.
Camille suspiro un poco estresada con la situación. —No pudieras persuadir un poco de esos planes. Es decir, lo último que deseo es ver a mis padres.
Samantha levantó su mirada. —Hemos conversado sobre esto, Camille. No entiendo cómo es el comportamiento de tus padres, eres todo un éxito.
—Todo encajara cuando los conozcas, te sorprenderás al ver que tan fríos puedes ser con su hija.
—Les traje un café. —la suave voz, desvió la atención de las dos mujeres. Leylak portaba una vestimenta verde esmeralda, la cual brillaba a cada uno de sus movimientos. Dejo la bandeja y empezó a servir de manera elegante y luego se acomodó en el asiento frente a ambas mujeres—. ¿Puedo ayudarlas en algo?.
—No te preocupes. —Samantha intervino con una sonrisa—. Solo son revisiones y firmas, pero dime ¿Qué tal se comporta la niñera?.
Leylak empezó a reírse. —De hecho, Malik quiso ayudar, pero ambos son un desastre.
—No debí dejarlos. —musito Camille intentando ponerse de pie.
—Estan alimentándose. Supuse que tus hijos poseen horarios de comida similares con Ramsey. Ya sabes, por sus clases y demás.
Camille sonrió en demasía, tomando un café con un panecillo. —Gracias, Leylak.
—No es nada. —se encogió de hombros tomando seguido un sorbo de su café.
—¿Estas ansiosa?. —le pregunto Samantha a Leylak.
—Un poco. —musitó—. Es mi primera vez en América.
—¿Nunca has viajado?. —Camille inquirió.
—Sí, he visitado algunos países cercanos. Pero nunca América
Samantha le pidió a Malik hace algunos días su opinión sobre invitar a Leylak con ellos, y él había estado bastante de acuerdo, tenía la intención de que su prima abriera un poco más sus alas con respecto al mundo. Y talvez llevándola con ellos, era una de las maneras de empezar, junto con el pequeño Ramsey.
Las tres mujeres tomaron su aperitivo y lo degustaron tomando una trivial conversación. Pronto los niños se les unieron.
Zara e Ian se abalanzaron a su madre, mientras que Ramsey lo hizo con Leylak.
Malik venía detrás de ellos y postro un beso en los labios de Samantha, y la levantó para llevarla a su regazo.
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Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|
RomancePara Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa. Una llamada...