El sonido de algo parecido a un grito amortiguado provoco que Malik se despertara abruptamente en medio de la noche, algo extraño puesto que ningún sonido llegaba a adentrarse desde el exterior. Incluso los guardias en la puerta de la habitación se mantenían en silencio, era todo tan precario, que el más mínimo sonido se escuchaba estruendoso.
Malik tenía un sueño ligero, por lo que no era extraño que últimamente anduviera paseándose a mitad de la noche hasta la habitación de al lado.
No había nadie de turno, o eso era lo que empezó a creer al no ver alguna señal que le indicara que la enfermera estuvo allí monitoreando.
Aparto las sabanas de su cuerpo y se incorporó lentamente, estirando con ligereza todos los músculos que tendían a estar adoloridos con más facilidad.
Un segundo sonido fue más suave y ligero, pero que sin duda fue el causante que los sentidos de Malik se pusieran en alerta. Necesitaba saber con certeza que sucedió, pero antes de todo necesitaba saber que Samantha estaba bien.
Camino en silencio hasta el armario de la habitación permanente que habían predispuesto para él. Donde una sola le interesaba: la puerta que unía las dos habitaciones, y que lo conectaba a su esposa.
Coloco la llave en la cerradura y se dispuso a empujarla para adentrarse, pero para su extrañeza, la puerta no cedió por más que la empujo con fuerza.
Algo andaba mal.
Y en el momento en que ese pensamiento cruzo su cabeza, los vellos de su cuello se erizaron.
El camino hasta la puerta principal le resulto largo, o quizá fue el hecho de que la adrenalina abandono su cuerpo abruptamente, tras ver el desfile de cuerpos tirados en el suelo, cubiertos de sangre.
La escena era grotesca.
Pero más lo era el hecho de que Samantha estaba vulnerable en la habitación continua.
Como una presa fácil para el imbécil que haya decidido entrar en su territorio.
Emitió un fuerte grito, con la finalidad de alertar a los demás guardias la situación de peligro. No se entretuvo a esperar ayuda, sino que corrió hasta la habitación tanto como el dolor de su pecho le permitía.
La puerta estaba bloqueada, por lo que sin dudar empezó a golpearla con todas sus fuerzas, sin importarle el daño que se estaba provocando a sí mismo. La fuerza bruta que utilizaba en sus impulsos, no hacia ceder a las cerraduras.
Hasta que...
—¡SAMANTHA!
La puerta se abrió ante sus ojos.
Al adentrarse, toda la habitación estaba sumida en la oscuridad. Por lo que no podía distinguir si la silueta de Samantha se encontraba entre las sabanas.
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Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|
RomancePara Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa. Una llamada...