Describir la sensación de felicidad en Samantha, era usar un simple adjetivo comparado con la forma en que su corazón se sentía.
Alegre.
Pleno.
Lleno de amor.
Sus ojos azules lucían demasiado brillantes a la hora que observo su reflejo frente a los espejos, pero por cada pequeño detalle no podía evitar quedarse sonriendo. Era como mirar a sus alrededores con un aire nuevo, sin la presión en su pecho que le impedía respirar con tranquilidad.
La vida de Samantha estaba tomando el rumbo correcto.
Samantha se quedó observando por varios minutos el ramo de rosas que decoraba su habitación, hasta que decidió tomar una de ellas entre sus dedos y acariciarla.
Era un bonito gesto, dado que era una de las nuevas tácticas de Malik para seguir disculpándose por hacerla sufrir de esa manera.
Ella no necesitaba perdonarlo, simplemente quería obtener su pequeña dosis de felicidad de una vez por todas. Entendía el comportamiento de Malik, por qué aunque no era el tipo de hombre que expresará tan libremente sus sentimientos, protegería a las personas que amaba con su vida.
Ella y su hijo eran el ejemplo más claro de eso.
Su cuerpo hormigueaba de solo recordar la sesión besos que recibió de Malik, antes de que esté se marchara a una reunión con el consejo Federal de Dubái.
—¿Samantha?
—¿Sí? —respondió ella, mirando todavía el inmenso ramo de flores.
—Las señoras están aquí. —musitó Collins.
Correcto... Debía estar bajando a recibir a Emilia y Azahara.
Suspiro y reviso fugazmente su aspecto antes de alejarse del tocador para encaminarse hacia los jardines. Caminando de manera más lenta y tranquila, debido a que cada día, sus dolores de espalda solían intensificarse.
Collins ya había recurrido a baños de agua tibia para ayudar con el dolor, sumado a eso recibía masajes por parte de Collins, y decir que sus manos eran el cielo, era quedarse corto.
Emilia al verla, acortó la distancia y enfundó en abrazo.
—Estás tan bella y radiante, Samantha. —Emilia depósito un beso en sus mejillas—. Mi nieto o nieta no pudo tener una mejor madre que tú.
—¿Eso cree?
—Mi Malik tomo la mejor decisión de su vida al dejar el orgullo de lado y aceptar el empuje que recibió por parte de su abuelo. —le susurro Emilia sin dejar de sonreír—. Verte así me trae muchos recuerdos del pasado...
—¡Oh! Justo estaba por ir a buscarlas. —Azahara se acercó a ambas mujeres, y no dudo en colmar de besos y abrazos a Samantha—. El embarazo te hace lucir radiante.
«Sí... Definitivamente este era el día de los halagos» pensó Samantha, colocando su mano sobre la de Azahara, encima de su vientre.
—Ya quiero conocer a mi nieto. —comentó Emilia—. Mi primer nieto.
—Mi primer bisnieto. —Azahara lucia extremadamente feliz con sus declaraciones, lo que provocó que Samantha terminara riendo contenta.
Todos estaban entusiasmados por la llegada del nuevo miembro de la familia Sabbagh.
Un ejemplo de eso era el cuarto que sería de su hijo o hija.
—Vamos a sentarnos, tenemos mucho de que hablar... Por cierto, han venido con nosotras unas amigas, siento no haberte avisado, pero nos interceptaron de sorpresa y no pude decirles que no. Si te sientes incómoda házmelo saber, que nos iremos enseguida.
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Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|
RomancePara Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa. Una llamada...