Capítulo 19 [Hambre de tí]

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XIX

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XIX. HAMBRE DE TÍ.

—Que disfruten su cena, con su permiso.

Con una sonrisa, la pareja empezó a degustar los aperitivos.

—¡Esta delicioso!. —mascullo Samantha al dar el primer bocado—. Recuérdame darles mis felicitaciones al chef.

Malik asintió con una leve sonrisa. —Apuntado.

Ambos como una nueva costumbre, se encontraban cenando en el jardín. A Samantha le gustaba la brisa nocturna, por lo cual no había sido difícil ser complacida.

—Samantha. —llamo Malik, ella elevó la mirada de su comida.

—¿Si?.

—Heider, es como un hermano para tí ¿Cierto?. —Samantha asintió frunciendo el entrecejo.

—¿Pasa algo con Heider?. —declaro llevando un vaso con agua a sus labios.

—Se le a visto muy merodeador. —hizo una pausa—. Con Leylak.

Samantha se atragantó con el agua al escuchar las palabras de Malik, postro el vaso sobre la mesa tosiendo levemente, aturdida por la declaración.

—¿Que quieres decir?. —inquirio.

Malik se encogió de hombros. —La seguridad de Leylak me informo desde hace unos días atrás, pero ahora, casi han pasado el día juntos. Sabes cómo es nuestra tradición, por lo cual quiero saber si puedo confiar en él.

Ella intento recordar alguna charla amistosa entre ese par, pero no recordaba un solo instante en que los haya visto en conversaciones.
Sabía que Heider era un hombre serio en aspectos de trabajo, pero en las relaciones carecía de seriedad y empatía, por lo cual rompía corazones muy a menudo.

—Heider puede ser confiable en todos los aspectos que puedas imaginar, pero en cuestiones amorosas no es el más fiel. Pero si algo es seguro es que no juega con las chicas. —exclamo mirándolo fijamente—. Puede que Leylak haya hecho sus propias excavaciones, es astuta y sabe en lo que se mete. Déjalos ser, talvez solo sea una terapia, Heider es buena en ellas. —Samantha rezó internamente por que así fuera, Heider tendría que explicarle eso y con algunos empujones de Camille, soltaría sus intenciones. Aunque Henrik podía darles pistas, esa conexión con su gemelo no era en vano.

Era estúpido sentir celos, pero fue inútil evitar su reacción, por lo que Malik endureció la mandíbula. —Esperemos que sí. Talvez las dichosas terapias sea de beneficio para Leylak.

Samantha entrecerró los ojos hacia Malik, una forma de intentar leer las facciones de su rostro. Ahora estando justos, parecía como si la máscara fría hubiera caído de su rostro.

Al encontrar lo que quería, estalló en una sonora risa. —¿Que te causa gracia?. —Malik indagó un poco serio, pero esa fachada solo duró unos segundos antes de contagiarse por su risa.

Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora