Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|

Capítulo 49 [Trato, ojos grises]

—¿A dónde nos llevas? —Samantha contempló a Malik por unos segundos, antes de mirar por las ventanas del SUV.

—Te tengo una sorpresa más. —Malik sonrió de forma divertida, besando la mano de Samantha con ternura.

—¿Aún hay más?  

—Comparado a lo que te mereces, es poco Daw' —inquiró Malik, alargando su mano para reposar la sobre el vientre abultado de su esposa.

Samantha se inclino hasta que sus labios hicieron contacto sobre los de su marido. —Te amo. —murmuró al separarse.

—Tambien te amo. —Malik acaricio la mejilla de Samantha. Y tras depositar un último beso, dejo que Samantha se recostara sobre él.

El embarazo empezaba a ser un poco difícil para ella. Para Malik, Samantha era la mujer más fuerte que conocía. Tenaz con los que amaba, y sin duda, por ese pequeño que pronto tendrían en sus brazos, estaba sobrellevando el dolor y la fatiga que con cada día, aumentaba en su cuerpo.

Aunque Samantha no entendiese del por qué de sus acciones, a veces estúpidas. No había ni un solo segundo, en el que Malik no la tuviera en sus pensamientos. Haría lo que fuera por verla feliz, y aunque los malos momentos se estaban desvaneciendo. El pronto nacimiento de su hijo empezaba a ser un tema delicado.

Malik sabía muy bien que todo el estrés, la angustia, el dolor que Samantha vivió durante los pasados meses. Lentamente, empezaba a tener repercusiones. Samantha no lo creía de esta manera, y se quejaba constantemente de que estaba tranquila y sin ningún malestar.

Samantha bostezo sobre el pecho de su marido, sin duda con mucho cansancio. Malik respondió a eso, arrullandola más contra él, besando su frente para dejarla descansar mientras los coches se dirigían a la casa de su cuñado. Hubiera preferido algo en casa, donde Samantha pudiera decidir más cómoda y con la libertad de retirarse a descansar cuando quisiera, pero los padres de Samantha querían esto, al igual que Iker. Acepto por qué entendía lo importante que era compartir ese día con su esposa. Aunque su fecha de nacimiento se marcaba de una semana antes. El día de acción de gracias para América, era el conmemorativo en el que Samantha celebraba un año más de vida.

Todos le estaban dando su propio espacio para pensar. Ellos entendían el profundo afecto que Samantha mantenía con la familia Müller, y todo lo que creía que era su vida, hasta que la verdad estrelló en las caras de todos

Samantha no quería hacer sentir a nadie inferior, por lo que, posponía su decisión.

Los SUV's aparcaron frente a la nueva casa de Iker, y este no tardó en aparecer con una enorme sonrisa. Samantha se removió, abriendo los ojos para darse cuenta de que ya estaban en su destino.

—¿La casa de Iker? —Samantha se enderezó en su asiento— todo tiene sentido.

Iker abrió la puerta del coche sin esperar invitación de nadie. —Como siempre radiante, hermanita. —él extendió su mano para que Samantha la tomara. Ella no dudo, y se aferró a él mientras descendía lentamente del auto.

Malik rodeo el coche, dándoles un pequeño espacio para saludarles. Iker saludo en su dirección, y se adelantó unos pasos con Samantha colgando de su brazo.

—No entiendo cómo Camille no cae bajo tus encantos. —bromeó Samantha, levantando su para hacer énfasis en la caballerosidad que este mostraba—. Si eres el hombre ideal.

Iker volteo a verla y le guiño el ojo. —Esta cayendo. Solo es demasiado cabeza dura para admitirlo. Pero nno tiene escapatoria.

Samantha se rió, mirando por encima de su hombro a su marido, quien les seguía los pasos. Se relamió los labios cuando su mente se remontó a los hechos ocurridos por la mañana.