VI. DECISIÓN.
Probablemente la mano humana te traiga de vuelta...
Ó los muertos...
Algún día volverás. Este viejo nunca falla con sus teorías.
Samantha repetía aquellos versos en su mente, mientras caminaba de un lado a otro por la sala de estar de su apartamento.
El tiempo había pasado de tal manera que no pudo conciliar el sueño durante la noche, aquella decisión llevaba consumiendo cada segundo, pero sabía que pronto les tendría que dar la cara y darles su respuesta final.Las paredes y el silencio solo la estaban llevando al borde de un colapso, así que después de una meditación tomo sus cosas y emprendió camino hacia un lugar donde poder refrescar sus pensamientos.
Bajo en silencio por el ascensor, sin dar una palabra a los chicos de su seguridad, ni a Esaú, que estaba confundido por tales acciones.
Ella se tornó al volante, y emprendió su camino por las lujosas calles de Dubai, rodeada de lugares exquisitos, pero entre todo ello solo necesitaba una cosa.
Paz.Sus manos apretaron por inercia el volante, su mente le jugaba una incrusijada, donde después de muchos minutos se vio rodeada de frondosos arbustos.
—¿Donde estamos Samantha?. —pregunto Esaú.
—En un mirador con vista a la playa. —le respondió cerrando con su espalda el auto.
—¿Conoces este lugar?.
Más de lo que debería.
Mi primer beso fue aquí.
Aquí fue donde encontré paz entre guerra.Se guardo para si misma las respuestas, y asintió con la cabeza conduciendo su cuerpo más allá del pequeño camino.
El mirador de años atrás se mantenia intacto, conservando el encanto y los buenos recuerdos.Esaú se quedó a una distancia considerable, analizando muy bien la situación, por qué si no estaba confundido, estás tierras pertenecían al actual Jeque, Malik.
La brisa fresca fue la primera en golpear su rostro, algunas hebras de cabello su movieron salvajemente, tapando su vista de la playa cristalina.
Se sostuvo del barandal y dejo que las cosas fluyeran libres por un momento. Algo que en muchos años nunca tenía tiempo de hacer.
Samantha quería zambullirse bajo tierra, y escapar de de Dubai y la familia Sabbagh.
Ese pensamiento la hizo reír, ya se imaginaba a Heider o a Camille burlándose y cuestionando esa actitud.Sin saber que a lo lejos, en un alto balcón se encontraba una persona observándola.
—¿Hijo? ¿Estás bien?. —Emilia abrió la puerta del despacho de su hijo.
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Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|
RomancePara Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa. Una llamada...