XXV. PALABRAS.
—¿Dónde se encuentra mi esposo?. —Samantha se dirigió hacia la asistente de Malik con una cálida sonrisa, después de saludarla.
—Está en una reunión, saldrá en unos minutos. —le informo Naylila, una chica de cabellos castaños y piel dorada, común entre la descendencia musulmana. Su actitud era un poco tímida, pero por lo que Samantha había observado durante los últimos meses, era muy buena en lo que hacía—. Puede pasar y esperarlo en su oficina.
—Lo esperare aquí. Gracias —le comunico Samantha tomando asiento en una de las sillas de espera.
—Como guste, señora. ¿Desea algún aperitivo en lo que espera?.
—Estoy bien, gracias.
La chica asintió y retomó su trabajo, justo cuando sonaba el teléfono en su mesa. Samantha por su lado exhalo profundamente, sentía una inquietud en su cuerpo, además del cansancio que parecía estar consumiendola.
Las cosas estaban muy tranquilas estos dos últimos meses, después de que regresaron de América, y de haber pasado algunos días en la hacienda de su padre. Malik hizo que retomarán su viaje de regreso el día después de que le dispararan al caballo. Ni siquiera regresaron a Los Ángeles para reunir a los demás y regresar a Dubái juntos, y aunque Samantha estuvo un poco en desacuerdo, dejó que Malik se hiciera cargo de la situación, pues en aquel momento no tenía la suficiente energía como para lidiar con terceras cosas.
De forma sorpresiva no obtuvo más mensajes de aquel número desconocido, es como si se hubiera borrado de la faz de la tierra y nunca siquiera hubiera existido tal acto.
Abrió sus ojos, sin darse cuenta que habían permanecido cerrados por algún tiempo. Volvió a la posición de antes, enderezandose en su asiento. Tres hombres de su seguridad se encontraban más cerca que de costumbre, y aunque no estaba acostumbraba a tanta. Malik la habia destinado para ella hace algunas semanas.
Escucho que alguien se acercaba al área, y entre esas voces pudo reconocer la de su esposo. Cuando apareció en su campo de visión, pudo verlo al lado de aquel tipo que tuvo una actitud grotesca en la fiesta de su compromiso.
Samantha recordaba vagamente su apellido, Sfeir.
Muy detrás de ellos, la hija de este hombre seguía sus pasos, con la mirada clavada en la espalda de Malik.Malik portaba una mirada de indiferencia en su rostro cuando hablaba con aquel hombre.
Por su parte Zoraida, notando la presencia de Samantha. Sonrió en demasía en su dirección, claramente era un gesto de absoluta hipocresía.Samantha miró fijamente la escena, sentía como su estómago se revolvía al ver a Zoraida y a su padre con el tipo de sonrisa que había visto hace muchos años atrás, en manos de personas desagradables.
Malik terminó por estrechar su mano con el mano, con un gesto de despedida. Y lo que menos se esperaba es que aquella chica se acercara rápidamente y le diera un beso en la mejilla a su esposo.
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Una esposa para Malik #2 |TERMINADA|
RomancePara Samantha Müller ser la CEO de un imperio rodeado de hombres, no le a traído más que una montaña rusa de luchas y sacrificios, que la han vuelto un ser impenetrable, donde cada segundo de su vida está planificado de manera minuciosa. Una llamada...