No estás muerta.
Es el único pensamiento que hay en tu mente mientras yaces boca arriba en el castillo de proa, expandida como una estrella de mar sin vida. Miras el sol saliendo del horizonte, pero sin prestarle mucha atención, ni siquiera al ajetreo que ocurre en la cubierta principal.
Los bombarderos están ocupados limpiando los cañones, preparándolos lo más pronto posible para la siguiente batalla. No ves a Seonghwa, pero sabes que está en la planta baja, liderando un grupo de piratas para analizar los tapones que utilizaron durante la batalla para evitar que el agua siguiera entrando cuando el barco fue impactado por los cañonazos. Deberías estar ayudando a San a tratar a los heridos, pero cuando te vio pálida y temblando te mandó a la proa a intentar tranquilizarte.
Y eso es lo que estás haciendo.
Observas las blancas y suaves nubes flotando en el cielo azul. Es tan sereno, tan tranquilo, encuentras difícil de creer que acabas de estar en una batalla marítima el día anterior. Sólo el leve olor a pólvora que persiste en el aire y algunos hoyos en el suelo causados por las balas de cañón te recuerdan que ayer no fue un sueño.
Pudiste haber muerto ayer.
Justo acabas de llegar a este mundo, sin recuerdos de tu vida anterior, apenas empezando a querer recuperar tu pasado, con muchas preguntas aún sin responder, y todo pudo haber terminado para ti en aquella batalla.
El latido errático de tu corazón te saca de tu aturdimiento.
Intentas tomar bocanadas de aire, obligándote a calmarte sosteniendo fuerte el collar debajo de tu camisa. Empiezas a ser consciente de los cortes en tu cuerpo por las astillas y el dolor de los moretones, pero sabes que otros piratas la tienen mucho peor.
Te estremeces cuando recuerdas lo que le hiciste a Jongho en el brazo.
—Me va a matar. —Murmuras, enterrando la cara entre tus manos. Incluso después de que ganaron la batalla, el joven maestro te dio una mirada oscura antes de retirarse a desocupar la cubierta de los soldados que aún quedaban.
—¿Quién va a matarte?
Saltas por la sorpresa, volteas alrededor sólo para encontrarte con una sombra oscura colgando de cabeza desde los aparejos del mástil, como si fuera alguna clase de araña gigante, asustando cada pequeña fibra de tu cuerpo. Chillas del miedo, retrocedes y tu pie cae en uno de los hoyos causado por los cañones enemigos.
—¡Ah! —Un quejido de dolor escapa de tus labios debido a los filosos bordes rasguñando tu pierna.
—Woah, ¡ten cuidado! —La oscura figura se deja caer desde los aparejos y se apresura a ayudarte a salir de tu desastre. Te das cuenta de que es Yunho, cubierto de la cabeza a los pies de lo que parece ser, para horror tuyo, sangre seca.
—Yunho-hyung, ¡necesitas ir con el Maestro San justo ahora! Te vas a desangrar...
Empieza a reír, haciendo desaparecer tu desconcierto. —No te preocupes, la sangre no es mía. Deberías tener cuidado con los hoyos de la cubierta hasta que Seonghwa-hyung termine de repararlos.
Asientes, y tus ojos se oscurecen ligeramente al observar el estado del barco. —El Treasure se llevó la peor parte, ¿no es así?
El hombre alto te mira de forma curiosa mientras enrolla la soga que había estado usado antes. —Tal vez es porque eres nuevo, pero de hecho esta clase de cosas son bastante comunes. No te preocupes, Hongjoong-hyung dijo que estaremos llegando a Tortuga en menos de una hora. Atracaremos ahí para terminar las reparaciones y reabastecer los suministros.
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Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)
FanfictionDespertar nunca fue tan interesante. Escapaste de la horca, corriste a través de un campo de batalla y te ocultaste en un barco pirata llamado Treasure, todo en un solo día. Incluso mejor, perdiste tus recuerdos y no tienes idea de quien eres. Conoc...