Conflicto

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Te encuentras en la proa del barco en silencio, perdida en tus pensamientos mientras el mar choca y se arremolina bajo de ti.

Tus dedos recorren el muñón que alguna vez fue tu mano, trazando distraídamente patrones sin sentido y palabras sobre el vendaje hecho ahí. No hay nada que puedas hacer. No queda nada más por hacer.

Es lo que es.

Perder tu mano fue, sorprendentemente, la menor de tus preocupaciones en estos últimos días. No hubo ataques de ira inducidos por la furia como San solía describirte, ni episodios depresivos de lágrimas y gritos, sólo un silencioso y persistente vacío que te asusta más que cualquier cosa.

¿Es así como se siente? ¿Saber que tus días están contados? ¿Sabiendo que vas a morir?

Estás tan absorta en la simple tarea de enrollar y desenrollar los vendajes alrededor de tus dedos que no escuchas el crujir de la madera y las pisadas hasta que alguien ya está de pie a tu lado.

—Hey. —Cuando no hay respuesta, lo intenta de nuevo—. Chin Hae. ¿Chin Hae?

—¡Ah! Yeosang-oppa. —Lo saludas, pero hay una luz desenfocada en tus ojos, todavía fuera de sí. Su corazón se encoge, pero no sabe qué decir, porque no hay palabras que sean suficientes. Tiene miedo por ti, con la incertidumbre todavía presente en su futuro, en la punta de su lengua—. ¿Ya le han informado al resto de la tripulación lo que pasó?

Yeosang asiente lentamente, apoyándose en los barandales a tu lado. El barco se mece suavemente con las olas, tranquilo y dolorosamente pacífico, como si el mar debajo de ustedes no estuviera lleno de cadáveres, como si el agua no se hubiera pintado de rojo con la sangre. En verdad es fascinante, como el océano se traga todo, indiscriminadamente, y todo lo que queda es mar, y nada más que mar.

—¿Qué hay del capitán? —Preguntas vacíamente, aun así las palabras se sienten pesadas en tus labios.

—Está en la enfermería, siendo atendido por San. —El miedo se asienta en tu pecho por un segundo, ¿y si le dice?, pero el vacío renuncia a su control sobre ti. Tu maestro, hasta ahora, ha sido demasiado amable, demasiado puro. No quisiera agobiar a su capitán más de lo que ya está ahora, con lo del antídoto de Yunho y en encontrar al capitán Kang. San es como una marioneta, fácil de manipular moviendo las cuerdas que sostienen ese frágil corazón suyo.

Él escuchará.

La garganta de Yeosang se aprieta. —Oye, Chin Hae, ¿en serio estás b...

Antes de que pueda terminar su pregunta, se escucha el ruido de fuertes pisadas subiendo las escaleras hacia la cubierta del castillo de proa, apresuradas y frenéticas, te das la vuelta y frunces el ceño por el sonido hasta que logras ver de quién provienen.

Bueno, apenas alcanzas a verlo, porque incluso antes de que puedas parpadear ya está parado justo frente a ti, y rápidamente una de sus manos toma la tuya. Ni siquiera tienes tiempo de procesar lo que está haciendo, un '¿Wooyoung...?' medio desconcertado escapa de tus labios cuando tira de lo que queda de tu mano más cerca de su cara.

La expresión en su rostro mientras analiza tu mano vendada es fría, con una intensidad aterradora que arde como llamas blancas detrás de sus ojos. Incluso Yeosang parece darse cuenta, porque se acerca a Wooyoung con precaución, como si se acercara a un animal salvaje, llamando su nombre en voz baja.

—¿Wooyoung-ah?

La mandíbula de Wooyoung se tensa, el músculo de su mejilla se contrae, pero su expresión no cambia. Entonces, de pronto se da la vuelta y se dirige rápidamente hacia las escaleras, con la ira prácticamente irradiando de él.

Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora