Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)

Misión

Wooyoung y tú nadan hacia la orilla.

El agua tibia golpea contra tu piel mientras avanzan en completo silencio. Lo único que te hace saber que Wooyoung sigue tras de ti es el sonido de un suave chapoteo ocasional detrás tuyo. La noche es fría, pero la temperatura del agua es relativamente igual a la de tu cuerpo, así que por lo menos esta misión tiene buen inicio, por ahora.

Sólo te queda rezar a los dioses para que permanezca de esta forma.

Finalmente logran ver su destino, una pequeña playa desierta en la costa del pueblo y nadan rápidamente hacia ella. La marea parece favorecerlos hoy, empujándolos suavemente hacia la orilla, y al final, Wooyoung y tú colapsan uno al lado del otro en la áspera arena, jadeando pesadamente por el esfuerzo. Sientes el mar mojando tus pies una última vez, como una palmadita en la espalda para darte ánimos, antes de volver al océano.

—Esta misión ya me está matando. —Wooyoung intenta recuperar el aire, temblando por el viento frío. Abres tu bolsa de hule y le ofreces una toalla, pero él la rechaza—. Tú primero.

Su tono indica que no aceptará un no por respuesta, así que suspiras y frotas la áspera tela por tus brazos y piernas, e intentar dejar tu cabello lo más seco posible. Entonces se la pasas a Wooyoung quien empieza a hacer lo mismo, mientras tú exprimes la capa alrededor de tus hombros.

—Tenemos que atravesar la arboleda para llegar a la hacienda. —Dice Wooyoung tirando la tela a un lado cuando termina de usarla. Intentas ver su rostro en la oscuridad, la única fuente de luz proviene de los bares y tabernas cerca del área frente a la bahía que aún siguen abierta a esta hora de la noche, pero supones que la oscuridad los ayudará a ambos a pasar desapercibidos.

—Vamos.

Él toma tu mano en la suya y empiezan a caminar lo más silenciosamente posible a través de la arboleda que separa la playa del pueblo. A pesar de que el lugar es oscuro y casi deshabitado por completo, cada crujir de las hojas debajo de tus pies te hace brincar del susto, y evitas que tu alma escape de tu cuerpo cada que escuchas el ruido de un búho.

Entonces frente a ti, Wooyoung deja escapar una maldición y se detiene repentinamente. El miedo crece dentro de ti.

—¿Qué pasó? —Le susurras, intentando que tu voz suene lo más tranquila posible.

El artillero simplemente se soba la cabeza y puedes escuchar la diversión en su voz. —Estaba tan ocupado viendo donde estaba pisando y golpee mi cabeza con una rama. Está rota.

—Eso es terrible.

Wooyoung sacude la cabeza, dejando caer el brazo a su costado. —Gracias por tu consideración, pero mi cabeza estará bien. No te preocupes por mí.

Haces una pausa por unos segundos.

—Pensé que estabas hablando de la rama.

No necesitas mirarlo para saber que está haciendo un puchero. pero le respondes con una débil sonrisa. Los dos logran llegar a la orilla de la arboleda sin problemas, exceptuando un pequeño ataque de hipo de Wooyoung. Observan cuidadosamente la ciudad.

Por lo que puedes ver, no hay muchos guardias.

—Muy bien, vamos.

Ambos salen caminando hacia el exterior, intentando actuar lo más natural posible, como si no intentaran irrumpir en la propiedad del oficial más importante de esta ciudad. Para mezclarse con la multitud, Wooyoung incluso pintó su cabello con henna para ocultar su llamativo color morado, ya un par de veces te has asustado al no reconocerlo. Pero fuera de eso, ambos lucen perfectamente normales, el tipo de personas turbias que encontrarías a esta hora de la noche.