Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)

Disparo (editado)

N/T: Esta versión es igual a la otra, sólo con algunas escenas omitidas que no afectan en la historia. Si ya leíste la versión original, no es necesario leer esta.

TW: Menciones de latigazos, un poco de gore, no tanto sufrimiento. (aún así leer bajo tu propio riesgo)

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Te congelas.

Cada músculo de tu cuerpo se tensa y un escalofrío recorre tu espalda. El brazo alrededor de tu cintura es firme, fuerte y por el agarre casi inquebrantable sobre ti, no tiene intención de soltarte pronto.

—Los he estado esperando por mucho tiempo. —Ronronea el hombre detrás de ti, la asquerosa sensación de su aliento llega hasta tu oído. Un pequeño chillido escapa de tu boca cuando el cañón del mosquete se clava en tu sien. Puedes estar aterrorizada hasta el punto de casi perder el conocimiento, pero parte de tu mente se da cuenta que este no es el mismo teniente que habían visto ayer—. El resto de ustedes, salgan

Tu corazón se hunde en tu pecho cuando aparece el resto de la tripulación.

La mayoría de ellos están atados en grupos con cuerdas, con la cabeza agachada mientras los soldados de la marina los patean y empujan fuera de la bodega donde habían estado escondidos. Así que esa era la razón por la cual el barco había estado tan extrañamente silencioso cuando Wooyoung y tú habían vuelto al Treasure.

Habían sido capturados.

—Hola, hola, hola mis dos queridos piratas. —El hombre tras de ti asegura un brazo alrededor de tu cuello, arrastrándote por la rampa junto a él, ahorcándote, tus uñas se clavan en su brazo inútilmente. Sus botas bien pulidas resuenan con elegancia en la cubierta del Treasure mientras se dirige a todos los piratas a bordo—. Ahora finalmente estamos todos aquí reunidos. He estado esperando por esto toda la noche.

Hay veneno en su voz, dulce como la miel, pero tan peligroso como el veneno de serpiente. No te atreves a seguir luchando contra él por miedo a que te dispare a quemarropa en la cabeza, pero su agarre te hace entrar en pánico, te está aplastando la tráquea haciendo que sea difícil respirar.

Frente a ti ves a Jongho en el suelo, sus brazos con pesados grilletes de acero que usan sólo para esclavos, golpeado y lleno de moretones causados por los soldados de la marina. Tus ojos se agrandan con horror al verlo. Volteas a todas partes desesperadamente, intentando encontrar a tu maestro, a Yunho, a Yeosang, al capitán.

—Ah, aún no me he presentado. Soy el jefe de investigación portuaria, Leon Bastiville. Escuché que dos de ustedes tuvieron un divertido paseo por la hacienda del gobernador anoche. —El oficial tras de ti te jala del cabello para inclinar tu cabeza hacia atrás, dejas escapar un gemido ahogado y lágrimas caen por tus mejillas mientras tuerce el mosquete juguetonamente contra tu sien—. ¿Se divirtieron? Escuché que uno de ustedes recibió un disparo de uno de mis hombres... ¿fuiste tú, cariño?

Cada alarma, cada campana de advertencia, cada alerta de peligro resuena en tu cabeza a todo volumen, tu instinto está pidiéndote a gritos que te alejes de una maldita vez de ese hombre y pongas un océano de distancia entre ustedes dos, pero estás demasiado aterrorizada para moverte un milímetro. Hay algo extraño en él, como si pudieras sentir la auténtica locura irradiando de él como alguna clase de miasma negro. Tienes miedo, no quieres morir.

De pronto, Leon golpea el mosquete contra tu sien lo suficientemente fuerte para herirte y tu cara gira violentamente hacia un lado, lágrimas frescas caen de tus ojos por el dolor. —¡Respóndeme!