Te sumerges en el mar.
Por un momento, te resistes a la inmensa expansión de agua, agitando los brazos cuando el frío del mar te arranca cada gramo de calor. Entras en pánico cuando abres la boca para intentar gritar, pero luego las mismas voces de antes resuenan en tus oídos, más claramente esta vez bajo el agua.
—Sí...
—Ven a nosotros...
Tu cabeza rompe la superficie de las olas y empiezas a nadar lo más fuerte que puedes hacia los cantos de las sirenas. El mar, que antes era despiadado parece calmarse sólo para ti, dejándote un camino tranquilo hacia las sirenas.
Una de ellas, con una larga cola brillante como joyas en tonos rosados y naranja, extiende una mano hacia ti, con una sonrisa en su rostro tan radiante como el sol naciente. Dos sirenas a su lado con brillantes colas turquesa se deslizan suavemente en el agua, nadando con la gracia de un cisne hacia ti, rodeándote como los delfines.
Estás perdida en el anhelo de su mirada, en completa ignorancia en que la tormenta ruge sobre ti y la forma en que el océano se agita a tu alrededor. Estás atrapada en sus profundos ojos azul marino, con una interminable e infinita profundidad en ellos.
Entonces atacan.
Una de las sirenas se abalanza sobre ti, atravesando el agua como un tiburón. Se aferra a tu brazo y muerde con fuerza que sus dientes atraviesan la piel y un dolor instantáneo te inunda, haciéndote salir del hechizo por completo.
¿Qué estás haciendo aquí?
En una desesperación repentina, te retuerces en el agua, golpeando a la sirena con fuerza en la cara haciéndola retroceder con un chillido furioso, sus hermosas facciones se contraen en furia y odio. Alcanzas a sentir una ligera alegría al habértela quitado de encima, pero la felicidad no dura mucho.
Otra sirena se precipita hacia ti como una espada cortando las olas, mostrando los dientes en un gruñido. Para horror tuyo, puedes ver los colmillos en su boca, tan afilados como navajas perfectamente capaces de desgarrarte el brazo en cuestión de segundos.
No hay forma de que puedas luchar contra algo así. Instintivamente, levantas los brazos para protegerte la cara, apretando los ojos con fuerza, incapaz de mirar tu propia muerte a los ojos mientras esperas los afilados dientes enterrarse en ti.
Pero nunca llega.
En cambio, se escucha el sonido de un disparo y sientes algo cálido salpicarte en la cara.
Tus ojos se abren de golpe, solo para encontrar la cara de la sirena que estuvo a punto de desgarrarte el cuello de una sola mordida a unos centímetros de ti. Entonces miras una bala de mosquete enterrada en el centro de su frente, todavía humeante mientras una delgada línea de un líquido transparente sale del agujero, sus sobresaltados ojos azules miran directamente a los tuyos como si fueras lo más hermoso que jamás hayan visto.
Entonces su cuerpo entero se desmorona ante tus ojos, convirtiéndose en espuma de mar y desapareciendo entre las olas.
La otra sirena grita y se lanza hacia ti nuevamente, pero de igual forma es derribada en cuestión de segundos por otra bala. Debe haber un francotirador mortal a bordo del Treasure, porque cada uno de sus disparos es preciso y medido, ni un segundo demasiado tarde ni demasiado pronto. Luchas contra las aguas, intentando nadar de regreso al barco, pero la sirena de cola naranja también se desliza en el mar, nadando hacia ti sobre las olas con un brillo malévolo en sus ojos.
El miedo estalla en tu cuerpo. ¿Vas a morir aquí?
Entonces un par de brazos cálidos te rodean, presionándote protectoramente contra su pecho. La cuchilla de un sable se desliza a tu lado, cortando el brazo de la sirena cuando intenta alcanzarte.
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Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)
FanfictionDespertar nunca fue tan interesante. Escapaste de la horca, corriste a través de un campo de batalla y te ocultaste en un barco pirata llamado Treasure, todo en un solo día. Incluso mejor, perdiste tus recuerdos y no tienes idea de quien eres. Conoc...