Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)

Fantasmas del Pasado

San observa tus manos con cuidado, tomándolas en las suyas. Sus dedos trazan los raspones producto de una caída sobre el piso de piedra, niega con desaprobación.

Entonces deja tus manos sobre la mesa tomando un trapo limpio con unas pinzas, sumergiéndolo en ron antes de empezar a limpiar tus heridas con él, removiendo cualquier suciedad y sangre aún restantes en ellas. Tu piel arde, pero no es nada comparado con el dolor en tu corazón.

—¿Qué pasó? —San murmura suavemente mientras sigue tratando tus heridas. Recuerdas que Seonghwa mencionó que San era mejor curándote el corazón que de cualquier dolor físico, pero ahora pensar en la sonrisa alegre de Seonghwa hace que algo en tu pecho y entrañas se retuerza como una enredadera venenosa.

El nudo en tu garganta se niega a desaparecer.

—No lo sé. —Respondes con toda honestidad. En realidad, hasta ahora aún no entiendes qué pasó con el amable cocinero, sólo te queda unir las piezas de lo que has asumido del incidente anterior.

Seonghwa tenía miedo de la horca.

Yunho te enseñó que las sonrisas más brillantes pueden esconder las lágrimas más amargas, pero nunca hubieras esperado que el primer hombre que te trató con tanta amabilidad hubiera sufrido tanto.

San continúa observándote por un momento. Entonces deja a un lado el trapo y te susurra con un tono suave y sigiloso.

—Oye, mira esto.

Frunces el ceño en confusión, ves a San poniendo un dedo sobre tu piel desgarrada. Cerrando sus ojos, observas sus cejas fruncirse en concentración antes de empezar a sentir un hormigueo recorriendo tu mano desde la punta del dedo de San, una calidez desvaneciendo el dolor de tu mano. Sientes como si hubieras sumergido tu mano en agua tibia, el calor que emana del dedo de San es demasiado real para ser sólo un producto de tu imaginación.

Entonces sucede.

La fascinación te inunda mientras observas tu mano con asombro. El sangrado se detiene gradualmente hasta que desaparece por completo, en ese momento ves cómo la piel y los tejidos se unen como una telaraña. Al final, la herida está completamente sanada, dejando la piel de la palma de tu mano de un suave color rosa claro.

Quedas boquiabierta

—Maestro, ¿qué fue...

—Estaré enseñándote esto durante los próximos días. Recuerda, nunca debes intentarlo sin mí. Es potencialmente fatal si no sabes cómo hacerlo correctamente. Haz tu mejor esfuerzo para aprenderlo rápido. —La sonrisa de San es un poco triste, un poco forzada. La emoción que sentías al principio se desvanece ante la inquietud de tu maestro—. Tengo el presentimiento de que podríamos necesitarlo.

Tus dedos acarician la horquilla plateada asegurada en tu cinturón para la buena suerte. No te gusta cómo suena eso.

Sabes lo que tu maestro está insinuando, muchos conflictos están por suceder pronto. No quieres admitir que incluso podrían estar sucediendo ya. Tu maestro y tú se sientan en un silencio momentáneo, ambos preparándose para lo que sea que venga.

—Sanie, Chin Hae. —Ambos voltean a la persona que entra tocando la puerta de la enfermería. Es Wooyoung, su cabello morado está desarreglado, con rastros de labial en sus clavículas y oscuras ojeras bajo sus ojos a causa de su aventura de ayer, pero la sombría expresión tan inusual en él demuestra que no está precisamente recordando con felicidad la noche anterior—. El capitán quiere vernos en su camarote, ahora.

Su tono no da lugar a discusión.

—Entendido. —San responde poniéndose de pie, con una expresión neutra. Sólo sabes que hay inquietud brillando en sus ojos por la forma que sus hombros están tensos. Desde que Mingi y tú volvieron de buscar desesperadamente a Seonghwa por el pueblo, se enteraron por Wooyoung, quien justo había regresado junto a Yeosang, que Seonghwa había corrido por la rampa de embarque llorando, completamente solo e ignorando los gritos de preocupación de sus compañeros, antes de encerrarse en la cocina.