Estás perdida en un sueño de nuevo.
Todo está oscuro a tu alrededor, estás sumergida en una oscuridad infinita, dando vueltas inútilmente. Un pánico incontrolable crece dentro de ti como una ola que amenaza con tragarte por completo, pero te obligas a ignorarlo, desesperadamente buscando por todas partes una forma de salir.
No puedes ver nada.
Caes por una eternidad en cámara lenta, das vueltas lentamente
mientras el frío cubre tu cuerpo, absorbiendo el calor de tu piel hasta los huesos. Estás bajando, cayendo, hundiéndote, en qué, no lo sabes, pero repentinamente, sin motivo ni razón, el miedo profundo que sentías desaparece como el humo.
En un parpadeo, de pronto estás bañada en un tenue y extraño resplandor carmesí. Levantas la mirada, burbujas escapan de tu boca y tus ojos se abren aún más ante la vista frente a ti.
Es el ojo que viste en tus sueños.
No ha cambiado ni un poco desde la última vez que lo viste, ese antinatural color rojizo metálico que rodea un círculo negro en el puro centro. La luminiscencia casi irreal que despide ilumina su forma lo suficiente para que puedas echar un vistazo a los largos y retorcidos tentáculos, desenredándose y enrollándose alrededor de una forma fantasmal que se mezcla con la oscuridad detrás.
Es enorme, monstruosa en cada sentido de la palabra.
Te invade un estado de shock, pero por algún motivo, el miedo que esperabas sentir nunca llega, por instinto, estiras una mano con los labios entreabiertos con asombro, admirando la magnificencia de tan extraña pero tan hermosa criatura.
La luz proveniente del ojo carmesí cambia y se contrae, con extraños chillidos sonando en tus oídos mientras un llanto bajo y agudo llega hasta ti. El llamado es espeluznante e inquietante, lo suficientemente alto para causarte escalofríos que te hielan la sangre, pero al mismo tiempo tan bajos que puedes sentir las vibraciones en tu pecho.
—Está viniendo...
Las palabras simplemente flotan en tu mente mientras un gemido bajo y doloroso se revuelve en tu interior, un gruñido fantasmal que te deja la piel de gallina. El ojo carmesí continúa observándote sin parpadear, suplicándote que lo entiendas. Hay una pizca de desesperación en el llamado de la criatura, pero es tan real que puedes sentir tu propio corazón hundiéndose en tu pecho.
—Está viniendo por mí...
El aire se queda atorado en tu garganta, una soga invisible se aprieta alrededor de tu cuello privándote del aire en tus pulmones. Miedo, tan frío como el hielo, se desliza por tu espalda y se extiende hasta la punta de tus dedos, congelando tu cuerpo.
—Y después vendrá por ti...
El grito se hace más alto, volviéndose más y más fuerte hasta que resuena en el agua a tu alrededor, haciendo eco en tus oídos. Tu mente no tiene idea de lo que está pasando en lo más mínimo, pero alguna especie de presentimiento despierta en ti, profunda e innata en tu cuerpo, abriéndose paso por tus pulmones hasta desgarrar dolorosamente tu corazón.
Estás aterrorizada hasta la médula.
—Correeee... —La voz te susurra una última vez, suplicándote, antes de que la oscuridad lo rodee y lo engulla, regresándolo a las profundidades donde la luz de la superficie nunca podrá llegar, perdiéndolo para siempre.
Despiertas de golpe, con el corazón acelerado en tu pecho mientras respiras con dificultad. Tus dedos están entumecidos y congelados por el miedo, y cuando volteas a verlos te das cuenta que están temblando incontrolablemente por el terror.
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Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)
FanfictionDespertar nunca fue tan interesante. Escapaste de la horca, corriste a través de un campo de batalla y te ocultaste en un barco pirata llamado Treasure, todo en un solo día. Incluso mejor, perdiste tus recuerdos y no tienes idea de quien eres. Conoc...