Huracán

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 Te hundes.

El impacto de las olas te quita el aire de los pulmones, sientes el agarre de los fríos dedos que se aferran a tus tobillos, arrastrándote más y más bajo la superficie. Intentas moverte, aturdida, buscando la poca luz del sol que logra atravesar las olas, pero su calidez no logra alcanzarte.

Tus pulmones comienzan a luchar por aire, tu corazón se agita salvajemente como las alas de un ave desesperada a punto de morir. Intentas respirar por la boca, pero sólo entra más agua a tus pulmones y el mundo a tu alrededor da vueltas, sombras de distintos tonos de azul y blanco, y después, nada.

Es silencioso.

Solitario.

Vas a morir sola.

Este es el fin, piensas con resignación. No hay dolor, no hay tristeza, y el frío del mar se siente como un reconfortante abrazo al que por fin estás regresando. Vas a morir aquí, un pequeño punto en la infinidad del océano, justo como se supone siempre debiste hacer. Fue muy tonto de tu parte intentar ir en contra de la naturaleza.

Apenas consciente del hecho de que todavía te estás hundiendo, tus ojos se cierran y destellos de colores brillan detrás de tus párpados. De pronto el silencio es interrumpido por el ruido, y fuerzas tus oídos para escuchar el sonido con más claridad.

—¡Chin Hae!

La voz suena con urgencia, mezclada con desesperación, la conoces. ¿Quién es? Te preguntas a ti misma en confusión, hundiéndote más y más en esa bendita calidez. ¿A quién están llamando?

—¡Despierta! ¡Lucha! —La voz resuena en tus oídos, suplicante, pero niegas con la cabeza inconscientemente. ¿Qué tiene de malo la situación en la que estás ahora? Sólo estás cansada... y quieres descansar un poco. Sólo cerrarás los ojos por un momento... y después...

—¡Choi Chin Hae! ¡No puedes morir! ¡Me lo prometiste!

Algo duro y frío se presiona contra tu mano, surcos afilados se clavan en tu piel, un doloroso recuerdo. ¿Una promesa?

Promesas.

Has hecho muchas de ellas.

Debes cumplir tus promesas, aunque tengas que mover océanos enteros para lograrlo.

Tus dedos se aprietan con fuerza alrededor del frío acero en la palma de tu mano. Sientes un tirón en tu pecho, como si hubiera una cuerda atada a tu corazón y alguien estuviera tirando del otro extremo. Duele, pero ahora lo recuerdas.

Lo prometí.

Y el mar explota.

-○○○-


Hongjoong no sabe cuánto tiempo ha estado gritando.

Siente que no puede respirar. El mundo parece moverse en cámara lenta, pequeños engranajes giran a un ritmo pausado y las ondas de la superficie del océano son devoradas por las olas. Comienza a caminar casi a rastras, casi tirándose por el lado del barco, pero algo lo jala hacia atrás

El hombre está diciendo algo, una pequeña parte de su mente logra registrar, pero no le importa en lo absoluto. Su garganta se siente áspera por la agonía, pero no lo siente. Todo lo que mira es la superficie del océano, y lo que sabe que se encuentra debajo, fuera de su alcance.

Tú.

Ha fallado. Ha roto la promesa que te ha hecho a ti, a su tripulación. Ha visto a un miembro de su familia ser arrojado a las olas, impotente.

Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora