Fin del viaje

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Quizás, en lo más profundo de tu ser, siempre supiste que todo esto tendría que llegar a su fin.

La muerte no es un concepto que sólo los humanos conocen. Desde el momento en que el aliento de la vida entra en cada ser vivo, éste lucha, huye y se esfuerza por mantenerse con vida. La razón por la cual un cardumen de peces se dispersa ante un tiburón, porqué los pájaros emprenden el vuelo para escapar de los gatos callejeros que luchan por su propio sustento, la muerte es el único lenguaje que todas las criaturas entienden.

Instinto de supervivencia. El instinto más básico y primitivo que comparten todos los seres vivos en esta tierra. Mantenerse con vida.

Eso es contra lo que luchas mientras caminas hacia la daga negra que te apunta directamente. El viento aúlla en tus oídos, sientes el poder surgir de la punta de tus dedos incluso cuando tu cuerpo se desmorona bajo el esfuerzo al que lo estás sometiendo. Destruyéndose lentamente, la arena cae de la punta de tus dedos, el fin está cada vez más cerca sin importar lo mucho que intentes luchar, es inevitable.

Dos respuestas, luchar o escapar.

Y ya no puedes escapar de esto.

—Por fin nos volvemos a encontrar, diosa del mar.

Una sensación rara se agita en tu interior, extrañamente serena mientras la tormenta golpea todo a tu alrededor, relámpagos cegadores y truenos furiosos. Es verdad, ahora lo recuerdas, tus recuerdos emergen lentamente a medida que tu cuerpo se deteriora. El mar, la tormenta, el cielo. Nunca podrías ser humana. Esto es lo que eres.

Cálidas lágrimas queman tus ojos, ardiendo contra la piel grietada de tus mejillas, pero te muerdes el labio y te mantienes firme, con la espalda recta y los ojos fijo en el hombre frente a ti. La daga en su mano tiembla al verte, y en algún lugar en lo profundo de tu memoria, te das cuenta de por qué la mirada de Hongjoong te había llevado de regreso al principio de todo, cuando se conocieron por primera vez.

La misma mirada feroz. El brillo ardiente. Tanto el padre como el hijo tenían los mismos ojos.

Tú. —La diosa del mar habla a través de ti, cada palabra que sale de tus labios hace eco con el trueno, en un grito resonante. Sus ojos arden de la misma forma en que lo hizo años atrás, y la imagen de unos ojos verdes y venenosos ardiendo con lágrimas se sobrepone a la visión frente a ti, un grito de venganza de un solo hombre abandonado en una isla desierta, sonando más fuerte que el aullido del viento: ¡Nunca te perdonaré! —. Aquí estamos otra vez.

—Justo donde mataste a mi tripulación. —Dice el comandante, con voz firme mientras mantiene la espada apuntando directo hacia ti. Puedes sentir el mismo poder de tu propio cuerpo fluyendo a través del suyo y a tu alrededor. Este lugar surge desde las profundidades de millones de recuerdos; un solo barco, destrozado por la fuerza indomable de la tormenta, los gritos de la tripulación muriendo, la angustia de su capitán, el único sobreviviente—. Estoy aquí para recuperar todo lo que me arrebataste.

—Quieres matarme. —Dices lentamente, clavando las uñas en la palma de tu mano, y la piel se comienza a romper por la fuerza antes de convertirse en arena, para después volar como paja siendo llevada por el viento—. Tu alma, está mezclada con la esencia del mar. Has cometido un tabú del más alto orden contra ti mismo, tonto mortal. Lo que has hecho no se puede revertir.

Lentamente, como una bestia despertando, una fuerza ancestral se agita sigilosamente en el cuerpo del comandante, envolviendo sus garras alrededor del alma humana. Como un depredador, se aferra al único soporte que tiene, enterrando sus tentáculos tan profundo que ya no puedes distinguirla del alma original. Ya no hay vuelta atrás para él.

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⏰ Última actualización: Aug 17 ⏰

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Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora