Soledad

522 61 7
                                    

—Todos los frutos secos han sido contabilizados.

Luchas por reprimir el jadeo de sorpresa que casi sale de tu boca, tratando de silenciar tu respiración lo más posible. Dos hombres, por el sonido de sus voces, están inspeccionando las reservas de alimentos. Te van a encontrar.

—¿Que tanto pescado hay? —La gruesa voz que escuchaste dando órdenes antes pregunta a su compañero, y luego escuchas el sonido de la pluma sobre el papel.

—Suficiente para dos semanas, si Jongho no se lo come todo primero. —La segunda voz, más suave y amigable, bromea y ambos se echan a reír.

—Esa linda sonrisa esconde detrás una mente siniestra, Seonghwa-hyung. —El dueño de la voz más profunda comenta, soltando una risita. Sigues congelada del miedo mientras ellos continúan haciendo su inventario, no puedes hacer nada por evitar que te descubran.

—¿Cuánto alcohol conseguimos? —La persona que asumes es Seonghwa pregunta y escuchas el ruido de los barriles ser removidos—. San-ie necesitará un poco para tratar a los heridos.

—El ron nos durará lo suficiente hasta que lleguemos a Isla Tortuga, con algo de vino y cerveza para acompañar. —Su compañero responde, anotando un par de cosas más—. Estoy seguro que nos sobrarán uno o dos barriles, no muchos resultaron heridos.

—Es un alivio. —Puedes oír la preocupación abandonar la voz de Seonghwa, pero tus niveles de pánico se disparan al escucharlos acercarse cada vez más a ti—. Escuché que Yunho no tuvo ni un rasguño.

—Tampoco Jongho. —El otro hombre bufa—. No estaría sorprendido si ya estuviera aquí abajo, comiéndose todas las manzanas. Mira la tela se cayó, yo la junto.

De pronto la cálida tela es removida de tu cabeza.

No tienes tiempo para pensar. Arremetes con fuerza hacia arriba, dándole un cabezazo justo en la cara al hombre que quitó la tela, lo escuchas quejarse de dolor, dejando caer la tela para tapar su nariz sangrante. Tus ojos buscan desesperadamente por una ruta de escape, pero antes de que puedas moverte, alguien te azota contra el muro, con el filo de un cuchillo presionando tu garganta.

—No te muevas. —Es el hombre que se veía más amigable, Seonghwa, justo ahora sus ojos grises son sólidos como una roca. No puedes apartar la vista, completamente paralizada, él continúa hablando, pero sus ojos nunca se despegan de los tuyos—. Mingi, ¿Estás bien?

El hombre al que se dirige tiene una cara larga, con facciones fuertes y definidas, ojos estrechos, con pequeñas trenzas formadas en su cabello azul claro. Es alto, más alto que tú por una cabeza. Te mira con resentimiento y el ceño fruncido. —Creo que el bastardo me rompió la nariz. —Las palabras salen pesadamente, el hombre conocido como Mingi cubre su cara con ambas manos tratando de detener la hemorragia.

Entonces caes en cuenta.

¿El?

Si bien es cierto que no tienes una gran figura y tu pecho está vendado por pedazos de tela, pero no esperabas engañar a la gente así de fácil.

—Lo siento. —Logras decir a duras penas. Seonghwa y Mingi intercambian miradas escépticas.

—Deberías ir a que San te revise, Mingi. —Advierte Seonghwa con preocupación dibujada en su rostro. Mingi asiente con cansancio, la sangre sale por entre sus dedos, cayendo y manchando el suelo.

—Llevemos a este niño con Hongjoong-hyung primero. —El hombre más alto suspira, agarrándote por el hombro con la mano ensangrentada y empujándote hacia las escaleras de las que has caído. Sientes el dolor subir por tu tobillo, pero te las arreglas para caminar.

Pirate King (pirate!au) ➵ ATEEZ (Traducción al Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora