Un leve zarandeo me hace abrir los ojos, obligándome a intentar ver con la poca claridad que entra por la puerta. Tris me hace un gesto para que no haga ruido y me pide que me vista, lo que hago sin rechistar. Termino de hacerme la coleta, agarro mis botas y ambas salimos a hurtadillas de la habitación. Si Cuatro aún no nos ha despertado es porque es más temprano de la cuenta.
–Siento haberte despertado– me susurra mientras nos calzamos las botas una vez fuera –Necesito entrenar y no conozco a nadie mejor que tú para ayudarme–
–No te preocupes Tris, todo sea porque pases el maldito corte– digo divertida mientras caminamos hacia la zona de entrenamiento.
Hace varios días que llegamos a Osadía y empezamos con el entrenamiento, no queda mucho para que la primera etapa finalice. Tris no es una de las mejores, pero tampoco es la peor.
Una vez frente al saco le dejo que me muestre como lo hace. Sus golpes son directos pero lentos, en una pelea cuerpo a cuerpo la agilidad es fundamental. Es mi turno, comienzo a soltar diferentes golpes alternando los para que tenga más posibilidad de ataque.
–Muy bien Tris, ahora protege y golpea– le digo observando cada uno de sus movimientos –En cuanto perfecciones la técnica lo tendrás–
Justo en ese instante pasa Cuatro derecho a la zona de habitaciones, cuando nos ve noto como sonríe aunque sea un poco y se aleja sin decir nada. Seguimos entrenando solas por un rato hasta que llegan los demás. Se nos une Chris a quien también enseño algo.
–La próxima vez que madruguéis para esto, avisarme– se queja mi amiga cruzándose de brazos.
–Sabes que tienes muy mal despertar, no quería llevarme un golpe de tu parte– respondo encogiéndome de hombros, Tris se ríe.
Eric llama a Christina y a Molly a pelear, la misma chica a la que di una paliza el primer día. Esta última parece tomarla con mi amiga por como la dejé, le está dando una buena tunda. Aprieto los puños evitando meterme de por medio, no me puedo permitir bajar puestos.
–Para, por favor, para– suplica Chris arrastrándose por la tarima.
–¿Quieres parar?– le pregunta Eric curioso.
Ella asiente y todos fijamos nuestra vista en él expectantes.
–Está bien– dice extendiendo su mano para ayudarla a levantarse –ES SUFICIENTE POR HOY–
Todos dejan de entrenar algo exahustos y seguimos a Eric hasta el pasillo provisto de un puente de hierro que cruza al otro lado.
–¿Estás mejor?– escucho que le pregunta el líder a Christina.
Él posa su mano en la espalda baja de ella y se acercan al puente. Un muy mal presentimiento se instala en mí, no me fío del rubio.
De un momento a otro Eric empuja a mi mejor amiga y agarrándola del brazo la obliga a quedarse colgando del puente, mientras se sujeta cómo puede al borde. Voy a abrirme paso para ayudarla pero Al y Will me detienen. Aprieto la mandíbula viendo cómo Chris está al borde del colapso, los dedos se le resbalan poco a poco.
–Vamos Chris– le alienta Tris muy asustada.
Eric no deja de decir que debemos ser valientes y no rendirnos, la chapa que nos está dando no me importa. Por fin se hace a un lado y nos permite subir a nuestra amiga. Tris y Will la ayudan mientras yo me acerco al líder haciendo que todos me miren.
–¿Y si hubiera caído?– pregunto con rabia haciéndole frente –¿Hubieras tenido la conciencia tranquila sabiendo que tú la mataste?–
El silencio reina a nuestro alrededor, los ojos claros de Eric me observan fijamente durante unos segundos.
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ʀᴇᴅᴇɴᴄɪᴏ́ɴ / ᴇʀɪᴄ
Science FictionEn la ciudad de Chicago, cuando cumples los dieciséis, estás obligado a elegir el futuro que quieres llevar. Algunos se quedan donde están. Otros se marchan en busca de libertad. Y un pequeño porcentaje de jóvenes pone su vida patas arriba después...