Ω 49 Ω

648 45 2
                                    

Pasar desapercibidos no es fácil cuando vas en un grupo tan numeroso como nosotros, y más cuando estamos hechos polvo, como si viniéramos de la guerra. Por suerte, los tipos que más nos podían preocupar, como Darius y los cabrones que torturaban a los GP, están fuera de combate, así que nos es fácil cruzar la zona negra y salir de ella. Nos cuesta su tiempo, sobre todo cruzar a tante gente al otro lado del muro, pero lo conseguimos.

Lo único que nos queda es cruzar la periferia y llegar hasta dónde está el camión. Aunque las cosas en el departamento no estén muy allá, estás personas tendrán otra oportunidad allí y podrán ser atendidas en condiciones.

–¿Cómo encontrasteis a Diana?– pregunta mi hermano llamando mi atención.

–Bueno, más bien nos encontró ella– comento sonriendo a la niña que camina al lado de Noah.

Le cuento brevemente cómo Darius y los suyos nos apresaron, como casi no lo contamos, pero gracias a las historias que le contó sobre mí a Diana, ella me reconoció y nos salvó.

–Esa es mi pequeña guerrera– dice mi hermano con orgullo chocando los cinco con la niña.

–Tenías razón, Eris es genial– agrega la niña mirándome maravillada –Mató a dos tipos con el arco en menos de un segundo, ni Darius lo vió venir–

Mi hermano no se sorprende, sin embargo mira el arco que cuelga de mi mochila y sonríe levemente.

–¿Quién te lo ha dado?– pregunta descolgando lo para agarrarlo entre sus manos.

–Matthew– digo e inmediatamente abro los ojos como platos –¡Oh mierda, Matthew!–

Noah me mira sin entender, inmediatamente me toco la oreja y ubico el auricular, lo pulso unos segundos y tarda en resonar el pitido de siempre, pero por fin lo hace.

–¿Eris? ¿Eric?– pregunta Matt al otro lado –¿Qué ha pasado? ¿Sabéis algo de Noah?–

El rubio me mira durante unos segundos, luego mira a mi hermano mientras se quita su auricular y se lo pasa.

–Es para tí– susurra Eric haciéndome sonreír.

Noah se pone el auricular y escucha atentamente.

–Di hola Matthew– le pido al pelinegro.

–¿Hola?– cuestiona él al otro lado extrañado –¿Quieres dejarte de tonterías? Dime si sabéis algo de él, por favor–

–¿Algo de quién?– cuestiona mi hermano alzando las cejas –Casi me matan y tú poniéndome los cuernos... Muy bonito–

–¡NOAH!– el chillido que da Matt me hace agarrarme el oído y hacer una mueca –Sabía que estabas bien, sabía que ellos metían...–

Hasta aquí puedo notar la felicidad en su tono de voz y el alivio.

–Mala hierba nunca muere– comenta mi hermano haciendo que Eric me mire a mí.

–Tal para cuál– murmura el rubio rodando los ojos.

Me quito el auricular para que hablen mientras llegamos al camión, al parecer la relación entre estos dos va más allá de un par de amigos. Cosa que ya había notado en ciertas actitudes de Matt cuando me hablaba de mi hermano, y cosa que confirmé cuando Reggie me dijo que Noah no correspondió a Nitta. Observo con cautela como la sonrisa de mi hermano se ensancha hablando con el pelinegro y no puedo evitar sentirme feliz por ellos.

–¡ALTO AHÍ!– grita de repente alguien a nuestras espaldas.

Me giro justo a tiempo de ver como varios guardias con uniformes del complejo nos rodean. Sus armas están listas para disparar y dudo mucho que se anden con ojo, un mal movimiento y apretarán el gatillo.

ʀᴇᴅᴇɴᴄɪᴏ́ɴ / ᴇʀɪᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora