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La mañana se me ha pasado volando, he estado muy ocupada dándole vueltas a todo lo acontecido últimamente. Christina dice haberme notado rara y sé que ella sabe cuándo miento y no, pero no puedo decirle la verdad, eso la condenaría a ella también.

La tarde cae, por suerte hemos podido salir de Osadía sin ser vistas. Según las normas, no podemos salir solas, pero este es un caso excepcional.

–La gente no nos mira muy bien– le comento a Tris.

Hemos llegado a Erudición y estamos camino de la sede central donde supuestamente está Caleb, el hermano de la rubia. A nuestro alrededor los eruditos pasean y hablan, pero en cuanto nosotras estamos cerca se apartan y nos miran sin ningún pudor. Una vez en la sede buscamos por un buen rato al hermano de Tris hasta que damos con él en una sala enorme llena de mesas y sillas. La gente está leyendo, no despegan su vista de los libros ni para molestarse en mirarnos.

–Beatrice, que sorpresa– la voz de su hermano nos hace girarnos –Vaya, la famosa Eris Hiddleston–

–Venimos a hablar contigo– le contesta su hermana algo tensa, no es tiempo de presentaciones.

Nos dirigimos a una esquina más alejada donde no nos puedan oír. Mi amiga se queja de Osadía y le dice a Caleb que no encaja. Él tan astuto como erudito que es, le dice que tiene que encajar, genial.

–¿Sabes que Erudición quiere tener todo el poder?– pregunto cuando sale el tema de Abnegación.

–Claro, y lo veo bien. En Abnegación han cometido muchos errores que no nos podemos permitir– contesta él con simpleza.

–Caleb, no sabes de lo que hablas, te están manipulando a base de mentiras– le reprocha su hermana.

–Tenéis que iros– termina por decir él sin hacernos caso.

–Claro, la facción antes que la sangre, ¿No?– pregunto irónica.

Niego varias veces y tiro de mi amiga, sé que se siente decepcionada pero su hermano ha elegido. Caminamos en silencio una al lado de la otra, estamos bajando las escaleras principales cuando dos guardias nos cortan el paso.

–Tenéis que venir con nosotros– espeta uno intentando agarrarme.

Me muevo rápido soltando le un golpe que lo hace retroceder, Tris hace lo mismo con el otro. La voz de Jeanine se escucha por encima de nuestras cabezas, primero nos pregunta si estamos bien y luego nos invita a ir con ella. No me fío ni un pelo de esa mujer, nunca me ha dado buena espina, pero Tris se empeña en hacer lo que nos dice. Llegamos hasta una gran sala rodeada de cristales y mucho blanco, todo lo contrario a nuestra facción.

–¿A qué habéis venido?– pregunta dulcemente la líder de Erudición.

–A ver a mi hermano– se limita a decir Tris.

–¿Habéis visto ya a vuestros padres?– pregunta ahora mirándonos a ambas.

–No, ni tampoco tengo intención de hacerlo– contesto yo encogiéndome de hombros.

–Tú eres Eris Hiddleston ¿No?- me tenso al escucharla –Leí el artículo que publicaron tus padres, ha debido ser un duro golpe para tí–

–Créeme, no me han sorprendido– digo de forma divertida –Mis padres nunca han estado para mí, no es nada nuevo eso de decepcionar–

–Es difícil, dejar todo atrás siempre cuesta. Ese es el error que todos cometemos, somos demasiado humanos– dice en forma de queja.

–¿Ser humanos es un error?– pregunta sorprendida Tris.

–Nuestra humanidad es lo que nos hace débiles, es por eso que tengo que tomar decisiones muy extremas– continúa diciendo Jeanine –¿Puedo contar con vosotras para que todo esté en orden?–

ʀᴇᴅᴇɴᴄɪᴏ́ɴ / ᴇʀɪᴄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora