Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Epílogo Uno

- ¡Minnie date prisa, llegaremos tarde! – Se escuchó una voz desde la sala. Jimin aún intentaba despertar, a su parecer las sábanas estaban demasiado cómodas y calentitas como para dejarlas aún. Se estiró con pereza y sintió el dulce aroma de su pareja que estaba impregnado en el cojín, esto le hizo soltar una risita, se sentía tan tranquilo, como si estuviese en unas eternas vacaciones a la orilla del mar.

- Minnie, no te has levantado aún. Hyung, no seas así. – Se quejó el chico mientras entraba a la habitación, se acercó a la cama para destaparlo, pero de un tirón se vio acostado sobre él, el agarre del mayor era fuerte y lo atraía hacia sí mismo.

- Cinco minutos más Jungkookie, prometo levantar si te quedas cinco minutos haciéndome mimos.

- Pero llegaremos tarde al aeropuerto.

- No me importa, podemos tomar el auto e ir tranquilamente, Busan no está tan lejos de Seoul... Unas horas no es tanto. Pero supongo que no quieres darme mimos, eres un alfa malvado, me usas y luego me dejas solito. – Dijo con un puchero.

- Tengo derecho a hacerlo, me esforcé demasiado buscándote y convenciéndote de volver a casa, estuve casi un año persiguiéndote y tu ni me mirabas, estuve a punto de rendirme, pero supongo que mis encantos son muy grandes. – Dijo orgulloso.

- Lloraste como un bebé... "Jiminie, te amo, por favor, perdóname, no puedo vivir sin ti". ¡Ah! – Exclamó el omega después de imitar al alfa frente a él – no quiero ser el villano de la historia, no podía dejar a un niño llorando frente a mí, no tuve de otra que aceptarte.

- No lloré.

- Si lo hiciste, estabas lleno de lágrimas y tus mejillas estaban rojas, así bien rojas – tomó entre sus manos las mejillas del alfa y las apretó. – Pero te veías muy lindo – dejó un beso en sus labios. – Iba a volver contigo de todas formas, cuando te vi por casualidad en las calles de Nueva York supe que iba a volver inevitablemente contigo... Pero era divertido verte intentarlo.

- Pero fue un año...

- Te merecías el sufrimiento, el premio era grande.

- Si que lo era... ¿Ya pasaron cinco minutos?

- Eres un aguafiestas, sal de aquí, me voy a levantar...

- Minnie... - Dijo el menor sentándose a horcajadas sobre el mayor. – Te amo, y volvería a perseguirte y llorar como un bebé si fuese necesario. – Jimin se sonrojó y le sonrió feliz al alfa sobre él.

- Y yo te amo más mi conejo llorón. Me das un besito y te prometo que me levanto. – Estiró sus labios esperando un beso suave de buenos días, pero el menor tenía otra idea, y le dio un beso bastante subido de tono que provocó que de los labios del omega se arrancara un gemido.

- Listo, ahora levántate. – Diciendo esto Jungkook se levantó y salió rápido de la habitación. Jimin quedó mirando el techo con sorpresa y sonrió sintiendo como sus mejillas tomaban cada vez más calor.

Se giró y enterró su cara sobre la almohada del menor y soltó un pequeño susurro.

- Te amo Jeon Jungkook.

Cuando Jimin se fue de Corea sintió una angustia enorme, pensó que esto significaría la liberación tan esperada, un acto de reinicio para su vida, pero la realidad no fue así, la pena lo consumió rápidamente, se sentía desolado y no tenía con quién hablar, decidió empezar desde cero, y eso incluía a todos sus conocidos. Solo tenía el contacto de sus amigos más cercanos y su madre, nada más, pero a ellos siempre les decía que todo estaba bien. Gran mentira.

Una tarde decidió ir a pasear y se encontró con que en un teatro estaban buscando un asistente de producción, no pedían experiencia, solo manejo básico de las disciplinas artísticas que allí presentaban. Emocionado postuló y para su sorpresa fue aceptado, no era un gran sueldo, pero podía vivir con eso, tomando en cuenta que no tenía ningún estudio, no podía optar a mucho más.