Cuarenta y cuatro

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- Disculpa, pero estamos cerrando por hoy – dijo el beta castaño a penas escuchó la campana de la puerta sonar; la canción pop que entonaba un grupo de chicas se hacía presente en todo el lugar, era un estilo completamente distinto al calmado que solía acompañar a la cafetería, pero como Seokjin había dicho, ya estaba cerrado y ahora podía hacer lo que quisiera.

- ¡Oh! Yo... Lo siento volveré otro día – el dicho moreno alto que había entrado se mostró un poco complicado y al girarse para salir del lugar chocó con un masetero que estaba sobre un lindo pedestal de madera, dejándolo inevitablemente tirado en el suelo con parte de su tierra desparramada por el lugar – ¡Diablos! Yo lo siento mucho... Te compensaré por esto, lo siento tanto.

- ¡No! Mi Scindapsus... - el castaño dejó el paño que tenía en la mano con el que hace unos minutos estaba limpiando las mesas y corrió a donde se encontraba el masetero roto. – Espero estés bien... - su ceño estaba fruncido mostrando cierta tristeza.

- T-te compraré otro – dijo Namjoon agachándose junto Seokjin.

- No puedes reemplazarlas...

- Lo siento mucho.

- Deja de disculparte, anda la oficina que está atrás y saca una maseta nueva que está sobre la repisa ¡Date prisa! – el moreno no dijo nada más y salió rápidamente a buscar lo pedido.

Cuando regresó el castaño ya había limpiado un poco y tenía la planta lista para ser trasladada a su nueva maseta; sin más le entregó la maseta de greda y lo miró con curiosidad. Jin cuidadosamente arregló la planta y puso la tierra que se había desparramado en su lugar, luego hizo un poco de presión y puso un poco de agua, finalmente y con mucha delicadeza puso la maseta en su pedestal de madera y acarició con cariño las hojas dejándolas en una hermosa posición.

- Si le hubiese pasado algo, te juro que te mato aquí mismo. – Dijo finalmente Seokjin mirándolo enojado.

- Ya pedí disculpas, es solo una planta no exageres.

- Para ti es solo una planta, pero no sabes lo que significan las cosas para mí... Nada de exagerado... Te perdono sólo porque se que fue un accidente... - diciendo esto sus facciones se suavizaron bastante. – Debes ser más cuidadoso ya no eres un niño, de seguro eres torpe porque estás todo grandote – murmuró dándole un leve golpe al moreno mientras se abría paso hacia el interior de la cafetería. – Ven, vamos a lavarnos las manos y no toques nada, no quiero más cosas rotas.

Namjoon sonrió pese a que era evidente que el castaño estaba molesto con todo lo que había pasado, pero no podía contradecirlo, él realmente era bastante torpe.

- Soy Kim Namjoon – dijo estirando su mano aún con tierra en ella.

- Kim Seokjin, el dueño de La Foule, y el dueño de la Scindapsus que casi asesinas – le dio una sonrisa ladina y estiró su mano. - ¿Quieres un café?

- No, ya me dijiste que estaba cerrado.

- Yo soy el dueño, puedo abrir cuando quiera, pero sí, está cerrado, esto corre por cuenta de la casa – diciendo esto secó sus manos y caminó hacia la barra, tomó una prensa francesa y encendió un hervidor que estaba atrás de él. – Toma asiendo, prepararé algo rápido.

Namjoon le hizo caso y se sentó al frente de él, lo veía moverse rápido, tomaba y dejaba cosas sin decir una sola palabra y para cuando el agua estuvo hervida y había perdido un poco de temperatura comenzó a depositarla en la prensa donde previamente había puesto algunos gramos de café recién molido, movía su mano de forma circular dejando que el líquido cayera de manera constante, pero sin apuro.

- Bien, ahora esperamos unos minutos.

Seokjin miraba fijamente a Namjoon analizando cada rincón de su rostro, lo que provocaba que el moreno se sintiera un poco incómodo.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora