Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Sesenta y cinco

Taeyhung estaba mejor y había insistido en que regresara al trabajo, tuvimos una pequeña discusión por eso hasta que finalmente accedí y me preparé para trabajar, mi idea era regresar a casa para el almuerzo, y terminar mis pendientes desde mi computador personal, mientras cuidaba de mi omega.

Llegué a mi oficina y a los minutos Jihyo entró con varias carpetas con documentos pendientes que debía revisar, lo que traté de hacer lo más rápido posible pero habían algunas cosas que debía conversar con Irene, ya que eran detalles importantes de la gestión de los materiales que habíamos pedido en un encargo internacional, por lo que salí de mi oficina con una carpeta en mis manos, caminé sin darle mucha importancia a las personas con las que me cruzaba, hasta que escuché a lo lejos una risa insoportable, podría reconocerla a kilómetros de distancia, y no pude evitar mi reacción.

Caminé sin meditarlo hacia la oficina donde resonaba la fastidiosa voz.

- Todos ocupados y los practicantes riendo en la sala de reuniones – solté con un tono pedante.

- ¡Señor Min! – dijo exaltado Yu Gyeom. – Nosotros...

- No busques excusas, está bien tomar un descanso, pero son las 9 de la mañana, recién comienza la jornada y no es prudente que estén tomando un descanso tan temprano, o ¿quizás la señorita Bae les está dando mucho trabajo?

- No, no, nosotros tenemos trabajo que hacer, ahora mismo vamos a hacerlo, ¿cierto Jungkook? – miró al menor quien tenía la mirada fija en mí - ¿Jungkook?

- Kim, déjanos solos, debo hablar algo con Jeon. – Solté sintiendo como el aroma del menor se intensificaba.

- S-sí. – Haciendo una reverencia salió rápidamente de la sala, dando un último vistazo a su amigo.

- Bueno, nosotros tenemos unas cosas que hablar Jeon.

- La señorita Bae es mi supervisora, si tiene alguna queja con mi trabajo, debe hacérsela llegar a ella. – Respondió de manera cortante.

- Mi problema no tiene nada que ver con Irene; mi problema tiene que ver contigo. – Dije acercándome a él. – Dejé pasar lo que hiciste la última vez, el descaro de acercarte a mi omega en mi presencia, tocarlo como si fuera de tu propiedad... Fui considerado para no incomodar a mi omega, pero Jeon Jungkook – a esas alturas mi sangre estaba ardiendo y podía ver en el rostro del chico frente a mí, que él estaba en las mismas circunstancias – impregnar a Taehyung de tu aroma fue astuto, sabiendo que él no podría notarlo, sabiendo que él no siente a las mierdas como tú, pero sabes algo, yo lo sentí, sentí como todo su cuerpo estaba impregnado con tu asqueroso aroma...

- No puedes evitar que me acerque a él, Taetae me permitió acercarme, me permitió tocarlo, y evidentemente que iba a dejar mi aroma en él... Usted no entiende el lazo que nos une a nosotros, es más fuerte que todo lo que le ofrece. Podrá tener todo en este mundo, pero hay algo en Taehyung que siempre estará atado a mí, a su primer alfa, al primer amor.

No aguanté y lo acorralé, mi lobo exigía golpearlo y yo también quería hacerlo, solo me contenía el lugar donde estábamos, no quería crear un caos por un impulso. Pero allí estaba su cara sonriente mostrándome que no temía ante nada.

- Eres un hijo de puta, tienes el descaro de decir esas palabras cuando sabes perfectamente lo que le hiciste. – Solté con gruñidos mientras acorralaba más al menor contra la muralla.

Lo escuché gruñir y mirarme con odio, su aroma intentaba sobrepasar al mío, pero a final de cuentas frente a mí tenía a un niño y yo era un alfa maduro, no tenía mucho con qué pelear, así que le gruñí de vuelta y mostré mis colmillos.