Treinta y uno

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Desde hace un par de días había comenzado a tomar mis medicamentos, todo había estado normal hasta esta mañana, cuando desperté mi cuerpo se sentía tan pesado como si fuera de plomo, no lograba moverme ni abrir mis ojos, con toda mi fuerza de voluntad me senté al borde de la cama y respiré profundamente repetidas veces, debía ponerme de pie o no alcanzaría a llegar a tiempo a la cafetería. Mi alfa me había enviado un mensaje de buenos días, me decía que no podríamos vernos por unos días debido a que tenía que salir a un congreso fuera de la ciudad, eso me entristeció bastante pero no podía pedir que estuviese conmigo todos los días, él también tenía una vida y responsabilidades que atender.

Sentía mi estómago revuelto por lo que decidí no tomar desayuno, prefería salir luego camino al trabajo.

Al llegar a la cafetería un fuerte aroma a rosas y eucaliptus me golpeó, era tan empalagoso y dulce que no pude evitar fruncir mis cejas y llevar mi mano a mi nariz para tapar el aroma; busqué con mi vista desesperado de dónde podía venir semejante aroma, pero en el lugar no había nadie.

- ¿Chungha? ¿Estás aquí? – pregunté mientras me acercaba a la cocina, allí comencé a escuchar ruido de ollas caer al suelo y un poco de ajetreo - ¿Chungha?

Al abrir la puerta corrediza pude ver como una chica de cabello negro intentaba arreglar su ropa, y me sonreía nerviosa, atrás de ella mi amiga se escondía intentando pasar desapercibida.

- Buenos días – dijo la chica.

- ¿Interrumpo algo? – pregunté sabiendo perfectamente que así era.

- O-oppa, no le digas a mi hermano por favor – dijo suplicante la chica de menor tamaño mientras salía de su escondite.

No pude evitar soltar una risita nerviosa, la muchacha azabache intentaba mostrarse compuesta y seria, pero entre los nervios había olvidado terminar de ordenar su ropa y podía ver parte de su sostén entre la blusa sin abotonar; Jin hyung pondría un grito en el cielo si se entera que su hermana ocupaba la cafetería de nido de amor cuando no estábamos.

- No diré nada, pero arreglen acá, hyung preguntará por qué está todo desordenado, y abran las ventanas, hay un olor muy extraño aquí... ¿Rompieron alguna esencia? De verdad, me duele la cabeza con el aroma, es demasiado fuerte... Que no se repita Chungha, la próxima vez podría ser Jin hyung quien las viera... Y disculpa – dije mirando a la azabache – se ve tu ropa interior – ella se ruborizó inmediatamente tapando su pecho con sus manos.

Tuve que salir rápidamente de allí, mi estómago estaba completamente revuelto y una serie de arcadas me atacó, corrí al baño de empleados y vomité, las nauseas no se iban y los escalofríos hacían difícil toda la situación.

- ¿Oppa? ¿Estás bien? – sentí como la menor tocaba la puerta, me lavé rápidamente la boca y las manos para salir del baño, ella estaba junto a la que supongo es su novia, sus ojos expresaban preocupación - ¿Estás bien? ¿Te hizo mal el desayuno?

- N-no... Me dio nauseas la esencia que derramaron – ambas chicas se miraron sin entender.

- Pero no derramamos ninguna esencia, esas están guardadas en otra parte – dijo la menor mirando a su novia.

- Si, solo se cayeron las ollas, nada más.

- Pero hay un aroma a rosas y eucaliptus, es muy fuerte, hace que me duela la cabeza...

- ¿Rosas? Unnie... - dijo despacio Chungha.

- El aroma de Chungha es a bosque de eucaliptus, el mío es a rosas... Quizás lo sentiste porque nosotras estábamos... Bueno... Estábamos en esa situación...

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora