Veintiuno

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Taehyung: (9:29)

Buenos días hyung, espero no molestarlo en su descanso, pero

Un amigo suyo está en la cafetería y me está poniendo bastante incómodo,

No deja de hablar y hacer suposiciones sobre mí.

Señor Min: (9:31)

Es Hoseok, llego en 10 minutos.

Me sentí aliviado con su respuesta, él vendría en algunos minutos; sin embargo, lamentaba profundamente que el primer mensaje de texto que le enviaba fuera con un contenido tan deplorable, yo quería enviarle algo como "Hyung, estoy en las nubes desde ayer", "hyung, soñé con usted", "hyung, lo extraño", "quiero besarlo nuevamente", o cosas que me provocaran tanta vergüenza que de seguro jamás escaparán de mis fantasías; pero aquí estoy intentando ignorar la mirada punzante del chico colorín sentado frente a mí, que seguía hasta el más mínimo movimiento de mis manos.

- Eres muy delicado en tu trabajo, cada movimiento y postura de las tazas las haces a la perfección, eso es interesante – dijo sorpresivamente. Chungha lo mirada desde la caja registradora con el ceño fruncido y la mandíbula apretada – te debe gustar mucho el trabajo.

- Eh, sí, me gusta bastante, requiere concentración y precisión para que cada preparación quede perfecta – dije sin pensar mucho – cada taza de café tiene que ser una experiencia agradable para quien la tome.

- El trabajo manual es como el de un artesano, y cuenta la historia de quienes han desarrollado dicho arte a lo largo de los años – lo quedé mirando al percatarme de como hablaba más despacio y sin tanta adrenalina – es agradable ver cuando alguien tan joven como tú le entrega tanto cariño y respeto a su oficio; a Yoongi hyung también le gustan esas cosas, supongo que sabes que él es arquitecto – yo asentí – siempre ha sido bastante dedicado a su trabajo, a cada mínimo detalle, que todo sea funcional sin perder la estética, es bastante admirable; nos conocemos desde niños y siempre he admirado esa dedicación que tiene; yo soy profesor de historia en la universidad, y definitivamente lo mío va por otro lado, el aprender y narrar hechos, por lo que me resulta intrigante la dedicación que ponen algunas personas en mejorar pequeños detalles hasta que queden perfectos, tus movimientos, Taehyung, me dejan ver esa dedicación, y me resulta fascinante.

Por tu acento puedo suponer que eres de Daegu, ¿cierto? – preguntó repentinamente cambiando de tema.

- Si, soy de Daegu, hace algunos años estoy viviendo en Seoul – le respondí mientras preparaba un par de americanos que habían pedido unos clientes.

- Daegu es una bonita ciudad, yo soy de Gwangju, pero con mi familia nos trasladamos cuando iba en primaria, allí conocí a hyung, es una ciudad muy bonita.

- Sí lo es, aunque yo vivía en la zona rural, rara vez iba al centro de la ciudad, aún me cuesta un poco vivir en una ciudad tan grande, pero de a poco me estoy acostumbrando – le respondí.

- Seoul es una ciudad difícil para quien no nació aquí, ¿me puedes dar otro tecito? Estaba delicioso - yo le sonreí y asentí con mi cabeza – Me gusta la música de este café, no había reparado en lo tranquila que es, la otra vez que vine también tenían música antigua, ¿quién hace la selección? – preguntó mientras mordía una galleta.

- La hago yo casi siempre, me gusta la música antigua, de los años cincuenta y sesenta, es mi favorita – sonreí sin darme cuenta.

- ¿No sabia que madrugaras Hobi? – la voz grave del señor Min interrumpió nuestra conversación, yo lo miré sorprendido ya que ni siquiera había escuchado la campana de la puerta.

Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora