Fragancia [Taegi/Yoontae] Historia Completa

Ochenta y uno

En unos días tendríamos nuestro hogar, eso me repetía como un mantra cada vez que debía salir de la habitación y caminar por esos pulcros pasillos sin decoración, bajar la escalera y ser esperado por esas cotorras chismosas, que se escondían de mí riéndose con descaro. Había optado por comer en la mesa de la cocina, no quería sentirme tan solo en ese comedor formal enorme y completamente vacío; y allí estaba mirando a la mujer de entrada edad posicionar algunos cubiertos y un jarrón con agua transparente que permitía ver las delicadas rodajas de limón y menta que flotaban en ella intentando abrazar los hielos que aún no se derretían.

- He preparado algo más simple hoy, la señora no se encuentra en casa y por lo que he notado no te gusta mucho el estilo de cocina que a los Min les gusta – dijo con un tono amable – un poco de carne, verduras y arroz, algo muy acogedor para mi gusto, algo que el joven Yoongi comía cuando regresaba temprano del colegio. – Esto último atrajo mi atención; ese pequeño Yoonie se sentaba probablemente a comer en esta misma silla, frente a una versión más joven de la señora Sasaki. – Supuse que te gustaría comer algo así.

Diciendo esto puso algunos platillos frente a mí y mentiría si digo que no se veía delicioso, humeante comida hogareña, como esa que mi alfa preparaba cuando cenábamos juntos en nuestro apartamento.

Para mi sorpresa el sabor era idéntico, Yoongi había copiado a la perfección el método de preparación y sazón de su nana, lo que me hizo soltar un gemido debido a lo reconfortante que me hacía sentir.

- Me siento muy mal contigo, el joven Yoongi me ha dejado a cargo de ti, pero me he visto tan atareada estas semanas que prácticamente no he podido estar presente en la casa, y sé muy bien que esas chiquillas chismosas te han estado molestando, ellas siempre intentan darle el gusto a la señora Choi y para hacerlo no tienen remordimientos, ellas buscan cada detalle que pueda serle de ayuda a la señora, y así ganar su confianza.

- No, no se disculpe por ellas – le hice un gesto para que se sentara, tenerla parada frente a mí me incomodaba.

- Te estoy agradecido joven Taehyung; Yoongi... Él siempre ha sido algo peculiar, un chico introvertido que se muestra estoico ante el mundo, pero por dentro sufre mucho, siempre lo ha hecho, ha sido difícil para él vivir como un Min, tener todas las expectativas puestas en él y sentir que no puede alcanzarlas, por lo mismo ha renunciado a muchas cosas en la vida, como a sueños... ¿Sabías que cuando era pequeño quería ingresar al conservatorio de música? – Yo la miré sorprendido, sabía que a mi omega le gustaba la música, y que tenía conocimientos que le permitían tocar el piano, pero para querer entrar en un conservatorio uno tiene que ser muy bueno, tener un don muy especial.

- Él soñaba con hacer eso, desde pequeño se sentaba en el antiguo piano de su abuelo a tocar, él le enseñaba metódicamente cada uno de los acordes y escalas, hasta que finalmente comenzó a tocar sus primeras melodías; yo los acompañaba ya que era la encargada de su educación, todos nos divertíamos demasiado, y Yoongi reía siempre que su abuelo jugueteaba con él y tocaba canciones alegres... Pero el señor Choi falleció súbitamente cuando el pequeño tenía ocho años, nadie supo la razón, solo una mañana no despertó más, y a Yoongi esto le dolió demasiado, costó mucho que volviera a sonreír, su abuelo era su máxima inspiración, su compañero y apoyo en esta casa tan estéril de cariño... Al poco tiempo nos dimos cuenta que su comportamiento se había vuelto errático, que no hablaba y evitaba relacionarse con los demás, aún más que antes, todo... Todo llegó a un extremo tan terrible que lo descubríamos con heridas en todas partes, no sabíamos de dónde salían, supuse que quizás le estaban haciendo bullying en la escuela, pero cuando intenté preguntarle él solo me dijo que había golpeado a algunos chicos más grandes... Estaba buscando peleas, era como si ansiara que lo dañaran, como si quisiera ser lastimado... - Su voz se quebró un poco al recordar esto – Le dije a la señora Choi y lo llevaron a un psicólogo, ahí comenzó su camino... Supongo que sabes que él...